lunes, 26 de diciembre de 2022

Los enamoramientos – Javier Marías

Releo esta novela de Javier Marías de la que apenas tenía un recuerdo: el de haber disfrutado con su lectura, disfruto con todas las lecturas de este autor. El primer párrafo es llamativo, hace que llegues a la novela con ganas de saber todo lo que vendrá después, y después te encuentras una historia sorprendente contada por María, toda la historia la conocemos desde su punto de vista, desde sus reflexiones, desde aquello que a ella le cuentan, desde sus deducciones. Y esto es también lo que llama la atención de esta novela, el que profundice tanto en una situación personal sin que apenas avance el tiempo, contada quizás en un tiempo real, y, aún así, tenerte enganchada queriendo saber que ha sido, que será de estos personajes que nos presenta la historia. Pocos personajes, alguno real como Francisco Rico, son los que nos llevan por esta historia que por inverosímil podría hasta estar basada en un hecho real.

Años coincidiendo en una cafetería a la hora del desayuno hace que dos personas lleguen a hablar un día tras un hecho traumático, que esas dos personas coincidan con un tercero, amigo de una de ellas, que dos de ellos lleguen a ser amantes, que una de ella llegue a conocer aquello que debería haber seguido siendo desconocido, que hay un tiempo para que las personas estén en la vida de otras. Una novela que nos habla de aquello que pensamos, de como interpretamos lo que nos pasa, lo que queremos que nos pase, lo que nos dicen aquellos que acaban de llegar a nuestra vida, como, a veces, es más fácil hablar con estos, como interpretamos lo que les pasa a los demás, como pensamos la forma en la que lo viviríamos nosotros. Una novela que nos habla tranquilamente de sentimientos, de reflexiones, de pensamientos, de ser espectadores de la vida de los demás, mientras la nuestra también sigue.

La última vez que vi a Miguel Desvern o Deverne fue también la última que lo vio su mujer, Luisa, lo cual no dejó de ser extraño y quizá injusto, ya que ella era eso, su mujer, y yo era en cambio una desconocida y jamás había cruzado con él una palabra.

Del mismo autor en este blog

Así empieza lo malo

Corazón tan blanco

Berta Isla

domingo, 11 de diciembre de 2022

El peligro de estar cuerda – Rosa Montero

Una vez más Rosa Montero vuelve a mis lecturas, vuelve con El peligro de estar cuerda al club Escuela de Mandarines. Un libro al que le tenía ganas, Rosa nos habla sobre la vida de tantos escritores, nos habla de salud mental, la de los escritores, la de otros, la de la sociedad.

Y con esto llegamos al núcleo abrasador de lo que llamamos locura. Estar loco es, sobre todo, estar solo. Pero estoy hablando de una soledad descomunal, de algo que no se parece en absoluto a lo que entendemos cuando decimos la palabra soledad.

Nos habla de la locura, de la cordura y de libros, de algunos que aparecen en este blog. Uno de los mejores libros de Emmanuel Carrère es El adversario, que cuenta la aterradora historia del francés Jean-Claude Romand, un miserable que mintió a todo el mundo haciéndose pasar por un alto cargo de la OMS y que…

Siendo tan distintos En la preciosa Trilogía de Copenhague de la escritora danesa Tove Ditlevsen… La infancia es larga y estrecha como un ataúd y no se puede escapar de ella sin ayuda.

Nos habla del paso del tiempo

Siento que aquellas Rosas del ayer son de algún modo distintas a mí, de la misma manera que la vieja que hoy me ha secuestrado tampoco soy del todo yo. “Lo peor de envejecer es que no se envejece”

Nos habla de sus libros, algunos de ellos también presentes en este blog, nos habla de esa forma en la que todo parece ser real, de esa forma en la que parece que nos habla de sí misma. Y nos habla de la Otra, de aquella que la suplanta, hoy hablaríamos de redes sociales, de redes sociales también habla. Y, como en La ridícula idea de no volver a verte, nos habla de la vida que aparece en los diarios personales. Y nos habla de aquello de lo que no se habla. el suicidio es dramático, desde luego, porque implica una muerte; pero es el resultado de una enfermedad, de una desconexión eléctrica del cuerpo semejante a la que te sobreviene cuando te da un infarto. Quiero decir que no creo que debamos añadir un tormento de culpabilidades fantasmales a la pura y sagrada pena de la desaparición del ser querido.

De la misma autora en este blog:

          La loca de la casa.

          Lágrimas en la lluvia.

          Historia del rey transparente.

          La buena suerte.