Otro de los títulos
del Club de lectura Escuela de Mandarines. Un libro que nos lleva al invierno
del siglo XX en esta primavera. Las
Inviernas, el apodo de dos hermanas que vuelven a su Galicia natal tras
unos años en el extranjero a consecuencia de la muerte de su abuelo en la
Guerra Civil.
La vuelta de las
hermanas a la aldea hace que la rutina cambie, que en la vida tranquila que llevan
todos empiecen a despertar asuntos olvidados.
Un abuelo muy
carismático, interesado por la ciencia y las humanidades, que muere, quizás por
envidia, quizás por el miedo a lo diferente. Y unos contratos que se firmaron y
que todos creían extintos, pero que con la llegada de las 2 hermanas vuelven a
tener vigencia, eso al menos, cree cada uno de ellos.
Vecinos de una aldea
donde podemos ver reflejados a tantos otros vecinos que podríamos haber tenido
en una época donde los cambios empiezan a llegar. Tradiciones difíciles de
olvidar y todo aquello que otros saben que condiciona la vida de aquellas que
tuvieron que marchar. Marchar a un destino incierto, un destino que abre la
puerta a oportunidades, las que finalmente quedan en esa aldea donde siempre hay un sitio
al que volver.
Y Ava Gardner que
rueda en Tossa de Mar Pandora y el
holandés errante. Una oportunidad para las hermanas de retomar aquello que
más añoran de su estancia en Inglaterra.
Y Galicia, también
como protagonista, y unos años donde todo estaba tan arraigado: supersticiones
y secretos que condicionan una realidad en este lugar donde los tojos son
protagonistas.
La única razón por la que enseñaba era porque quería seguir aprendiendo