sábado, 20 de junio de 2020

Quién quiere ser madre – Silvia Nanclares


Lectura del club TLM-Te leeré miércoles. Lectura virtual después de mucho tiempo. Club virtual obligado por las circunstancias, tertulia donde la literatura fue la excusa para hablar de una realidad social que tanto nos condiciona.
Novela que nos habla del deseo de ser madre en la generación que ronda los cuarenta, en la generación que llega a las clínicas de fertilidad.
Silvia no tiene estabilidad laboral, Silvia no tiene estabilidad de pareja, Silvia, tras toda una vida intentando no ser madre, empieza a sentirse amenazada por su reloj biológico. Y llega Gabi, y su padre fallece y toma una decisión, una decisión en la que estará acompañada por Gabi, una relación que no llegué a creerme literariamente, una relación que quizás es la vida misma en esta novela autobiográfica. Una decisión que la obliga a una búsqueda contrarreloj.
Y todo se centra ahora en un objetivo, el de tener un niño, un objetivo que se comparte en conversaciones, que se hace patente en los amigos, en todos los que comparten una generación. Y el tiempo pasa y el niño no llega, y llegan las aplicaciones de ayuda a la fertilidad, llegan las que ayudan a Silvia a conocerse, llegan las que ayudan a conocer una faceta de la pareja y llegan las clínicas de fertilidad. Y siguen pasando las semanas y solo hay algo que importe.
Y esta situación llega también a convertirse en protagonista laboral, una periodista que cuenta lo que está viviendo. Una periodista que cuenta lo que viven otros que tiene cerca.
Novela que quizás originalmente fuera un ensayo y que alarga innecesariamente la descripción de las distintas técnicas en la reproducción asistida, del periplo por esas clínicas diseñadas a todo lujo. Novela de ritmo desigual que nos lleva a pensar en la tiranía del deseo de maternidad que la sociedad impone. Novela que nos habla de una realidad por la que pasan tantas y tantas personas con la promesa de la ternura de un niño, con el camino de pruebas, hormonas y decepciones infinitas.
Y si el protagonista de esta novela es indiscutible, de fondo otra denuncia social, la de aquellos que llegan al final de su vida sin la compañía de los suyos. Clarita, vecina de Silvia y Gabi, nos trae otra cara de una misma moneda, la de esos hijos que llegaron pero que ahora siempre están ocupados, siempre están lejos, no necesariamente en kilómetros y la realidad de aquellos que tienen que seguir adelante con las circunstancias que tienen. Y esas otras relaciones de familia, las de la protagonista, las de una madre que queda viuda, la de una madre que compara su vida con la de su hija.

domingo, 7 de junio de 2020

De ratones y hombres – John Steinbeck


Novela corta de un autor que conozco por las adaptaciones al cine de sus obras. Novela que me llama desde los estantes de una librería de segunda mano.

De ratones y hombres nos muestra una historia de amistad en un entorno de la América profunda, amistad entre dos hombres que apenas tienen nada más que sus brazos para trabajar. Y sueños, sueños en una vida mejor, en una vida en una granja propia cuidando del campo y de sus propios animales sin depender del patrón. La historia de amistad entre George, el que lleva la voz cantante, y Lennie, la fuerza bruta, el que confía plenamente en George, que puede realizar el trabajo de dos o tres hombres, que apenas puede discernir por sí mismo, que difícilmente puede controlar la fuerza de sus manos.
Es la historia de George que decide cuidar de Lennie, George que alienta a Lennie para que no se meta en problemas, George que no puede evitar que los problemas lleguen, que tiene un plan B, un plan B que no es suficiente.
Es la historia de los temporeros americanos que van de uno a otro rancho ofreciendo sus brazos por unas cuantas monedas. Es la historia de aquellos que tienen que compartir un barracón durante la noche, de aquellos que hablan para pasar el rato hasta el siguiente amanecer, de aquellos que buscan problemas sin ni siquiera saberlo, la hostilidad como norma de convivencia, de aquellos que podrían haber tenido una buena vida pero que apenas subsisten en esta Norteamérica de los años 30 donde todo y nada es posible.