domingo, 21 de julio de 2019

Los lunes en el Ritz – Nerea Riesco


Esta novela llegó a mi gracias a un sorteo de Marisa de Lecturápolis. El título me cautivó, me fascinan las citas periódicas y es lo que me sugería. Y, efectivamente, citas periódicas hay, como su título indica, las tardes de los lunes se reúnen las damas de la Asociación de la Caridad de San Vicente de Paúl y el padre Eugenio y, obviamente, en los salones del Ritz, en su jardín de invierno. Los lunes de principio del siglo XX, de esos finales de los 20 y los años 30, hasta que la Guerra Civil cambia tantas rutinas.
Y mientras discurren estas reuniones también estamos presentes en la vida de Martina, una joven pintora que crece con el siglo. Presentes también en la vida de don Paco, padre de Martina, un joven que llegó a Madrid desde su Riotinto natal y que llega a dirigir el hotel de la realeza en Madrid. Don Paco, con sus principios muy establecidos y con tantas responsabilidades a sus espaldas. Eveline, la madre de Martina y fija también de estas reuniones de los lunes: una francesa en Madrid, una francesa albina que pasa casi sin pisar el suelo por este Madrid de principios de siglo. Fran, el hermano, un papel secundario en la novela, tan determinante, sin embargo, en la vida de los Romero. Y tantos otros personajes: Bosco, el padre Eugenio, Taita, Piluca, Práxedes Soto, Nati…
Protagonistas también ese Madrid de los primeros años del siglo XX, la política, en una época tan convulsa. El arte: la pintura y esa industria del cine incipiente. Los entresijos de un Madrid que se reúne en el Ritz.
Una época que vuelvea mis lecturas poco tiempo después, una época cautivadora, sugerente. Y la vida de tantos, en cualquier momento, una vida con tantos giros, con ilusiones, con esas casualidades que cambian el rumbo, con esas otras que olvidaremos. Y un epílogo, ¡cómo me gusta saber que pasó con los personajes una vez que acaba la historia!
Una lectura amena, que se disfruta mucho, esos ambientes que te transportan, esa historia no tan diferente, una lectura a la que, sin embargo, para mí, le falta el punto ese que hace que la historia te enganche, que los personajes se conviertan en personas, que el libro te llame a abrir sus páginas.