Un libro del que solo he visto buenas reseñas, considerado en
muchos foros como el mejor del 2015, y yo no puedo sino añadir una modesta
reseña positiva más a ese enorme arsenal.
Libro con el que he disfrutado sobremanera,
sobre todo por la forma de narrar la historia de unos personajes desde el
recuerdo, el recuerdo de un tiempo cercano y lejano a la vez, la historia de
una democracia joven, contada desde hoy por uno de sus protagonistas. Fácil es
pensar que no hemos cambiado tanto, que ya desde el principio de la democracia
estaba claro como iba a ser este país. El recuerdo de los 80, tan marcados por
la dictadura reciente, las historias de unos personajes que no solo han vivido
esa democracia joven, sino que llegan desde esa dictadura que estaba tan
presente todavía. Historias de un director de cine en una España que cambia,
historias de un Madrid en la época de la movida, pero sin ser esta la
protagonista. Un intruso en la vida de unos protagonistas de esta transición,
no la política, sino la vital. Un intruso que vivió en primera persona, desde
la invisibilidad de la juventud, la vida de aquellos que seguían siendo
jóvenes, aunque entonces no se lo parecieran, la de aquellos que le mostraron,
no solo esa faceta pública tan llamativa, sino esa faceta privada, quizás más
interesante todavía, aquella que hace ser a cada uno lo que es.
En definitiva, una gran obra para transitar
por aquellos ochenta que mostraban una democracia incipiente y que recordaba
todavía una dictadura que acababa de quedar atrás, historias que nos traen
desde la ficción, retazos de nuestra historia reciente o no tanto ya.
Tengo que comenzar con Marías. Gracias por la info !! abrazo grande
ResponderEliminarhttp://buscandotelibro.blogspot.com.ar/
Posiblemente no te arrepientas. Yo al menos no me he arrepentido con lo que he leído de él y, si cabe, se disfruta más con la forma de escribir que tiene que lo que cuenta en si.
EliminarMe gustaron 'Mañana en la batalla piensa en mi' y 'Corazón tan blanco', aunque tengo entendido que mantiene altibajos. Apunto éste como reflejo de época.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Hola Marcelo, pues los dos que comentas no los he leído, así que no te puedo decir nada. De Javier Marías solo he leído Los enamoramientos y este, al menos que recuerde, y ambos me han gustado mucho. Me apunto yo los que comentas. Un abrazo.
EliminarSiento disentir. Marías no es que sea un buen escritor: es uno de los grandes, es magnífico, uno de los pocos que tiene voz propia y estilo definido. Disfruto con su lectura, siempre.
ResponderEliminarOtra cosa es que este libro esté entre sus obras mayores, que no lo está. Hace unos cuantos títulos que Marías tira de oficio sin ofrecer mucho más. Los personajes me resultan ajenos, inverosímiles; la mezcla ficción/realidad, más de lo mismo. Sin embargo, el libro, para los que nos gusta la buena literatura, se lee bien porque el autor es magnífico, por un disfrute más estético que otra cosa. Sin embargo, compararlo con esas obras que se citaban antes ("Corazón tan blanco", "Mañana en la batalla piensa en mí", y también "El hombre sentimental" y "Todas las almas") es casi insultante.
También disiento en "Los enamoramientos". Creo que desde su "Negra espalda del tiempo" Marías está poniendo mucho oficio, maestría a raudales, pero ninguna historia al servicio de tanto talento.
O seré yo. No soy tan arrogante, puesto que hay tantos incondicionales. Pero cada lectura, cada lector, es soberano e irreductible.
Es cierto, ultimamente disfruto casi más con la forma de contar que con la historia en si. Esos libros son una delicia. Si se unen ambas cosas el libro ya es espectacular.
EliminarConozco poco de Marías, pero creo que le pondré remedio pronto.
Gracias por pasarte, es lo mejor de tener un blog.
Madre mía, y yo que no me he estrenado aún con este escritor???? Me ha hasta vergüenza decirlo, pero así es. Y tengo Mala índole en casa, a ver si me animo. Y desde luego que leyendo el comentario de Atticus!!! Quién podría resistirse? Impresionante. Bss desde locura de lectura
ResponderEliminarEs buen autor para dejar de tenerlo pendiente. Ya nos contarás si te animas. Yo tengo esperando Corazón tan blanco en la estantería.
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