Todavía me quedan libros del Círculo sin leer, ¡cómo lo echo de menos! En esta ocasión le quité el plástico a un libro de Paloma Sánchez-Garnica. Me llamó la atención que, desde el principio, y reiteradamente cada pocos capítulos, se adivina un final sorprendente. Pensaba que iba a ser imposible alcanzar las expectativas que genera. Tengo que deciros una cosa: lo consigue y con creces.
Esta novela narra la historia de Carlota, una juez de 53 años que a los 12 se enteró que era una hija bastarda, desde entonces su vida ha estado marcada por este hecho, el entorno se lo recordaba constantemente, pero también ella misma no era capaz de gestionarlo bien, no ya entonces, sino tampoco en la actualidad. Ahora, recibe una llamada de su medio hermana, la que ha disfrutado de una vida legítima, para comunicarle que su padre se muere y que quiere verla. Su padre del que no quiso saber nada desde que ella le pidió que la reconociera y él se negó. Lo consiguió en los juzgados, pero desde entonces lo había borrado de su vida. Además, la relación con su madre se fue deteriorando con el tiempo, fue su abuela, Zenobia, la que siempre fue un apoyo para ella, la que consideraba su familia, una mujer diferente al resto que la guió en la vida.
La novela discurre en el presente, con asesinatos de fondo incluidos que no aportan demasiado pero ayudan a la historia de alguno de los personajes, y en ese pasado que vamos conociendo de los distintos protagonistas. No solo Carlota, si no también la otra familia de su padre, la legal, la que impidió que su madre se casara con su padre, la que impidió que ella fuera una Balmaseda de verdad. Carlos, Enrique y Julia, sus hermanos de padre. Con Julia, que va estableciendo una relación de hermanas, la que no disfrutó ninguna de las dos. Carlos y Enrique que apenas se relacionan con ella, pero de los que también conocemos sus historias, entrelazada su existencia por ser hermanos, pero también por Maribel, la mujer de Carlos, la que siempre está en segundo plano en su matrimonio. Historias de familia que apenas pocos llegan más allá de la superficie, historias que cuando profundizas no son como imaginabas.
Una novela con la que he renovado el placer por la lectura, en una edición típica de Círculo, tan agradable en su manejo.