domingo, 16 de junio de 2024

Retrato de un artista adolescente- James Joyce

 

Preguntar si has leído o no el Ulises de Joyce es bastante común. Mi respuesta es no, ni siquiera he llegado a intentarlo. Esta es mi primera incursión con el autor. Un libro con pasajes autobiográficos, quizás iniciático, experimental, que hemos leído en Escuela de Mandarines. En la memoria queda, sin duda, la descripción del infierno: Un exceso de varias páginas que lo hacen inolvidable. Dedalus como protagonista, un niño en un colegio religioso, el que tiene que abandonar cuando su familia se queda sin recursos. La religión, siempre presente, amenazante y opresora que condiciona al protagonista. Un adolescente en busca de su camino. Un camino de incertidumbre entre arte y religión. La soledad, la introspección. Las caminatas y conversaciones con su padre, con sus amigos. La vida universitaria de alguien que confía en su talento, los principios no compartidos de la sociedad del momento. El monólogo interior como herramienta literaria, la primera y tercera persona en una novela lenta, con múltiples reflexiones, largas reflexiones, mucho texto a pesar de sus apenas 220 páginas. Una novela publicada inicialmente por capítulos en una revista literaria y que tuvo varias escrituras y reescrituras, incluso el manuscrito llegó a ser arrojado al fuego de la estufa.