domingo, 21 de noviembre de 2021

Hamnet – Maggie O'Farrell

Coincido en Te Leeré Miércoles y en Escuela de Mandarines con Hamnet, con Agnes, con la historia de alguien con una gran sensibilidad que tiene que vivir en sociedad, una sensibilidad que hace que desarrolle capacidades que pocos llegamos a despertar, conocimientos sobre el entorno, sobre las propiedades de las plantas, que se convertirá en una bendición y en una maldición.

Una historia contada con numerosas visitas al pasado que nos lleva a conocer a los personajes, saltos que, en ocasiones, nos pueden hacer perdernos sobre el discurrir de la historia, solo al principio. Una vez que el lector conoce la estructura del libro, está esperando esas historias que parecen contadas al amor de la lumbre, esas historias que se nos cuentan como espectadores privilegiados, el pasado en un presente ya extraordinario. Una historia que nos relata la realidad del siglo XVI, la realidad de aquellos que eran distintos. La peste que llega a casa, a la casa de aquella que es capaz de curar, de dar alivio a los demás.

-Deberías abstenerte de ir a sitios así – le dice, cerca ya del mercado. Ella se estira las mangas pero no contesta -. No es bueno – insiste él, aunque sabe de sobra que es malgastar el aliento -. Piensa en tu propia salud.

-Se está muriendo, Bartholomew – responde ella con sencillez -. No tiene a nadie. Su mujer y sus hijos… han muerto todos.

-¿Por qué intentas curarlo, si se está muriendo?

-No es eso. – Le brillan los ojos cuando lo mira -. Solo lo ayudo en el trance, le quito el dolor. ¿Acaso no lo merecemos todos en la hora de la muerte?

La familia, una madre que murió en un parto, el padre que deja una nueva familia, tan distinta a la que Agnes añora, un hermano que forma parte de esta realidad sin, a la vez, dejar escapar aquella otra, un marido también atrapado en esta realidad que necesita sus propias alas y, sin embargo, tan unido al hogar, un hogar que Agnes forma con el único que tiene una sensibilidad diferente, como ella, en este siglo XVI donde la supervivencia deja poco espacio. Los mellizos, Susanna, una familia política, Stratford…

Maggie O'Farrell nos relata con un lenguaje envolvente, con detalles que nos hablan de sentimientos, la historia de una familia poco tradicional, esas historias que no trascienden fuera del hogar, las historias que llegan a lo más profundo de cada uno sin grandes algarabías y, aquellas que tan frecuentes eran en una época donde quedaba tanto por conocer, donde los seres queridos marchaban antes de tiempo. Aquellas que hoy se repiten en escenarios distintos.

domingo, 7 de noviembre de 2021

Los caballos de Dios – Mahi Binebine

Se inicia el club de lectura de Espinardo con un libro que es difícil que te deje indiferente. Un libro de ficción basado en hechos reales: los atentados de Casablanca de 2003.

Yashin nos habla de su infancia en Sidi Moumen un barrio de chabolas junto a un vertedero en las afueras de Casablanca. Un protagonista peculiar, alguien que ya sabemos desde el principio que está muerto, alguien que nos cuenta como llegó a morir tan joven.

Por lo demás, no me quedé mucho tiempo en la vida, porque en la vida no había gran cosa que hacer.

El fútbol como escapatoria a un presente difícil, como unión entre amigos, como escapatoria diaria a un futuro que no existe. Un futuro que quizás se está formando, un futuro muy endeble todavía. La confianza en un hermano mayor, ese hermano mayor que se responsabiliza de los problemas, que trae la alegría a casa, que llega a ser un ídolo al que seguir.

Ahora que estoy aquí arriba, desenroscando mi pasado como un ovillo lleno de nudos, me digo que seguramente Yenmma había intuido el desenlace fatal de nuestra aventura. Sin embargo, no estaba al tanto del atolladero en el que nos habíamos metido. Se trataba quizá de ese sexto sentido del que hablaba Mi-Lala

Y llega la disciplina, la disciplina que da un sentido, un sentido que hasta ahora no existía, llega un objetivo. Llega ese posible futuro a unos niños que viven al día, un paraíso que llegará cuando acabe la vida.

Y sigo esperando a los ángeles.

Una novela que nos narra lo fácil que puede llegar a ser convertirse en un mártir por una causa en la que no llegabas a creer. Que nos llama la atención sobre lo importante que es mejorar las condiciones de vida de tantos.

A veces me digo que la incapacidad de intervenir para cambiar las cosas es quizá el infierno propiamente dicho.