Cuatro novelas cortas donde la investigación discurre de una forma más ágil que en las novelas de la serie, cuatro asuntos cotidianos que nos llevan a conocer un poco más la naturaleza humana. Un libro que celebra los 10 años de vida de Bevilacqua y Chamorro.
En el trabajo policial, como en la vida, sirve mucho más lo que has visto que lo que eres capaz de ver
El primero de ellos da nombre al libro Nadie vale más que otro, sin embargo, no está titulado así, sino como Un asunto rutinario, un asunto que no es de la categoría de esta pareja de guardias civiles, la falta de personal disponible lleva a Vila y Chamorro a investigar un asunto menor donde parece haber un ajuste de cuentas relacionado con drogas. Un asunto que se habría resuelto rápidamente, ellos no se quedan en las apariencias, profundizan más sorprendiendo hasta a su viuda.
-Para nosotros nadie vale más que otro, señora-dije, sin embargo-. Nadie merece que lo maten y no haya quien se preocupe.
Un asunto familiar. Un asunto difícil, la muerte de una niña que sufre una agresión sexual, un pálpito, el de una madre, y la resolución del caso donde ayuda la falta de profesionalidad del agresor, donde ayuda la profesionalidad de los guardias civiles. La falta de premeditación, un momento de locura.
Un asunto conyugal. Quizás un asesinato por celos tras una infidelidad, un sospechoso atípico en sus respuestas, un marido que los vecinos dan por culpable. Apariencias una vez más. Confiar en ellas o no hacerlo.
El brigada Aranda, al mando de nuestro parco pero aguerrido destacamento en el lugar, nos informó de que el sospechoso dormía, después de una madrugada intensa que se había prolongado hasta las seis.
Un asunto vecinal: En esta ocasión la pareja de guardias civiles viajan a Lorca, Murcia, por el asesinato de un inmigrante. Un asunto que queda en el barrio, es allí donde se van a realizar las pesquisas. Historias que llevan a tantos a dejar su país su familia y empezar una nueva vida en un lugar remoto. Prejuicios y apariencias que confunden. Historias cotidianas donde la nacionalidad puede ser la chispa que hace saltar.
…, el mes de agosto, en el que se deja sentir un cierto abandono del mundo corriente: cuando las ciudades y las oficinas están vacías, los periódicos son escuetos….y la gente parece abdicar, cuando no renegar, de su vida cotidiana.
Un apunte del autor
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El título, Nadie vale más que otro, está tomado del primero de los relatos, y es una afirmación que me parece representativa del talante y la filosofía vital del sargento. Los cuatro relatos, aun escritos en momentos diversos, entre 2001 y 2004 (uno en cada año de los que abarca ese periodo), tienen un doble hilo común: son todos ellos historias estivales, y los casos de que se trata no son esos crímenes recalcitrantes y a veces algo retorcidos que se suelen ingeniar para las novelas, sino homicidios cotidianos, hasta vulgares, de los muchos que los investigadores resuelven con relativa rapidez. Hay quien cree que sólo puede hacerse literatura desde la fantasía y la evasión de la realidad, ya sea reinventando el pasado a conveniencia u otorgándole al presente una faz anómala y forzadamente misteriosa. Pero Bevilacqua y quien le escribe creemos que el misterio que verdaderamente nos concierne es el de las cosas cotidianas, incluso el de las gentes y los asuntos vulgares y rutinarios, que sólo lo son, en el fondo, cuando vulgar y rutinario es el ojo que los mira.
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https://www.lorenzo-silva.com/libros/nadie-vale-mas-que-otro/
Del mismo autor en este blog:
Creo que nunca he leído nada de este autor y no sé si darle una oportunidad. Gracias.
ResponderEliminar¿Qué te voy a decir yo? Es uno de mis autores favoritos. Un abrazo.
EliminarA mí me dejó con ganas de más. Vi una novela en cada uno de esos relatos. Silva es magnífico y no solo en la serie de los picoletos.
ResponderEliminarEso me pasa a mi, se me quedan cortos los relatos. Lorenzo Silva nos tiene mal acostumbrados. Un abrazo, Atticus.
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