Cuando se publique este libro, querido lector, podrá tener la seguridad de que su autor lleva mucho tiempo muerto.
Ficción en su momento, real ahora con solo cambiar una palabra.
Paul Auster inicia esta novela presentándonos a alguien que quizás lleve muerto muchos años, un actor cómico de cine mudo desaparecido cuando llegaba el sonoro. Y una nota:
Querido profesor Zimmer, decía la nota. Hector ha leído su libro y le gustaría conocerlo. ¿Le apetecería venir a visitarnos? Atentamente, Frieda Spelling (Sra. de Hector Mann).
Y pronto sabremos como David Zimmer, un escritor y profesor de literatura de Vermont, es autor de un libro sobre la obra de Héctor Mann, este actor de comedias de cine mudo desaparecido. Auster lleva a su protagonista a sobrevivir a una de las mayores tragedias que una persona puede vivir, a la muerte de su familia en un accidente de avión al que él no subió, y una de estas comedias es lo primero que le hace reír después de meses de existencia sin sentido, es la semilla que inicia la escritura de este libro tras visionar varias de estas películas, películas que se encuentran en distintas cinematecas de Estados Unidos y de Europa, un trabajo de investigación que permite a David tener un sentido en este momento vital.
Esa carta que llega, que David piensa que es una broma de mal gusto para la que pide confirmación, que olvida, que llega una vez más, y otra hasta que finalmente es Alma la que se presenta en casa de David. Alma la mensajera de Héctor Mann y de Frieda Spelling, Alma la que consigue que David monte en un avión para atravesar EEUU. Alma Grund, la que con métodos poco ortodoxos convence a David para visitar a este actor cómico desaparecido. Pero poco puedo contar que consiga trasmitir como Auster nos lleva por las páginas de esta novela atrapándonos en su lectura, por la vida de este actor, de este profesor universitario. Como los acontecimientos transcurren lenta o aceleran vertiginosamente, como está presente el azar, como hace verosímil lo increíble, como en una vida pueden transcurrir tantas vidas.
Fantástico Auster, como siempre, en el verano de Escuela de Mandarines.
Otros libros del autor en el blog:
Este es el típico autor del que he oído mucho y he leído nada, por puro perjuicio; que si seguro que se muy intelectual, que si será un sesudo ensayo sobre algo muy trascendental... y resulta que el resumen que haces es de lo más atrayente.
ResponderEliminarMuchas gracias Aranda.
Un beso
Que soy César.
EliminarLa lectura de sus libros es mucho más atrayente que mi resumen, garantizado ;). Tantos libros que tiene que alguno te puede gustar, pero no es imprescindible leer ninguno de ellos. Quizás esta entrada forme parte del azar para que te animes con él. El azar que siempre está presente, lo está en sus libros porque lo está en la vida.
EliminarUn placer compartir lecturas contigo. Un abrazo, César.
He leído poco a Auster, apenas media docena de novelas. Es un autor que quiero que me guste, pero no me acaba. Sin embargo, he leído, visto y escuchado muchas entrevistas con él y me pareció un tipo sensato, inteligente y valiente. Este libro que reseñas no lo he leído, lo siento. Tiene uno muy curioso (en realidad no es el autor) titulado "Creía que mi padre era Dios". También leí la correspondencia con Coetzee: recomendabilísima.
ResponderEliminarDecir que uno ha leído poco a un autor habiendo leído media docena de novelas dice mucho de lo buen lector que eres. Cierto también que son tantas las novelas de este autor que es difícil leerlas todas.
EliminarGracias por la recomendación, no conocía el libro que comentas. Tiene muy buena pinta. Y la correspondencia con Coetzee tiene que ser fantástica.
Yo disfruto mucho con Auster, habré leído alguna novela más que tú de él, seguramente. En esta reconozco al Auster que más me gusta, aunque siempre está presente. He disfrutado muchísimo a pesar de trasmitir tristeza, acabo de darme cuenta, pero Auster es así, quizás tristeza no es la palabra adecuada. Un abrazo, Atticus.
Atrayente reseña, para una investigadora topillo. Tomo nota, parece ideal para iniciarme en el mundo Auster. Gracias.
ResponderEliminarCualquier novela es buena para iniciarse con Auster. Tiene alguna otra más corta que también puede ser buena opción. O cualquiera de la trilogía de Nueva York. Sin olvidar La noche del Oráculo con sus cuadernos azules. Un abrazo, bienvenida.
EliminarMuchas gracias. Tomo buena nota.
EliminarHola a tod@s. Gracias, A., por el aporte. Leí EL LIBRO DE LAS ILUSIONES hace muchos (muchísimos) años, y lo conservo en mi memoria como uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Después, sólo leí de Auster una de las partes de la TRILOGÍA DE NUEVA YORK, ni recuerdo cuál, y me supo a ... menos. En fin, estoy casi seguro de que tengo EL LIBRO en mi biblioteca de casa, y toca revisitarlo, para ver si sigo sintiendo lo mismo por él.
ResponderEliminarAbracicos.
Uno de los que más me ha gustado de Auster. Recientemente he hecho una segunda lectura de un libro que me gustó mucho, uno de otro autor, y no lo recomiendo, ya no tiene el mismo encanto, supongo que al perder la sorpresa.... Aunque he hecho otras segundas lecturas y he disfrutado mucho con ellas, he valorado más, detalles perdidos en la primera. Un abrazo. Otro libro del que hablar.
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