Iniciamos temporada en el club de
lectura Escuela de mandarines con un clásico que muchos conoceréis, que
incluso hayáis leído: Rebelión en
la Granja. Una novela publicada en
1945 que no ha perdido actualidad. Una denuncia al socialismo interpretado por
Stalin que nos muestra como pueden actuar los totalitarismos, como se puede
manipular una situación de poder, incluso a la que se ha llegado en democracia,
que va más allá de la situación puntual que podría denunciarse inicialemente.
Los animales de una granja se rebelan contra su dueño humano y consiguen
expulsarlo. Son ellos ahora los que gestionan la granja, los que trabajan para
si mismos, los que deciden. Pero en cualquier sociedad se necesita una
dirección, un gobierno, y en la Granja Animal cada especie tiene un papel
distinto. Son los cerdos los que asumen el papel de dirigentes con el
beneplácito de los demás. La novela nos va mostrando como evoluciona esta
gestión de la granja, desde las decisiones tomadas entre todos los animales
hasta las que llegan solo desde Napoleón, el cerdo que se erige en responsable
de la granja. Y la importancia de la fuerza, contra la que quizás es más fácil
rebelarse, del lenguaje, de la memoria, de la manipulación de la historia, de
como lo que nos cuentan va quedando en nuestra memoria aunque la historia haya
sido distinta, aunque hayamos vivido esa historia. De los cantos de sirena, del
autoconvencimiento de que ahora todo es mejor, de que antes era peor. De como
con las palabras adecuadas cualquier situación puede interpretarse en el
sentido que alguien quiera darle.
Los
animales de la granja como protagonistas, una herramienta que permite llegar a
más lectores, que permite utilizar una fábula para contar una realidad de la
que es difícil darse cuenta precisamente por lo que en ella se denuncia, sobre
todo por como somos capaces de manipular con el lenguaje. ¿Y no sigue siendo
tan real hoy?
Esta novela me encantó. Me dejó huella. Siempre que puedo, les pongo los dibujos a mis alumnos. Tiene muchos valores y enseñanzas. Un beso.
ResponderEliminarSi, es una novela muy didáctica. Es para tener más de una conversación con ella de fondo. Yo no recordaba haberla leído hasta ahora, pero seguro que estará muy presente. Un abrazo.
EliminarEstamos hablando de palabras mayores de un escritor mayúsculo. Algunos creen que es un relato para niños y no: es una denuncia en toda regla de los totalitarismo y también de la seducción que ejercen sobre mucha gente, que prefiere seguir consignas que pensar por ella misma.
ResponderEliminarDiscrepo de la anterior comentarista en lo de los dibujos animados que se hicieron: a mí me parecieron ininteligibles y que nada tenían que ver con la obra de Orwell.
Por cierto, además de su conocidísimo "1984" te recomiendo el "Homenaje a Cataluña".
He disfrutado mucho e igualmente me ha preocupado bastante que esté tan de actualidad. Denunciaba los totalitarismos y es fácil estar en contra pero, hoy en día, ¡cómo nos manipulan también! Las escenas de los mandamientos en la pared dicen tanto...
EliminarGracias por las recomendaciones "Homenaje a Cataluña" no lo he leído todavía. Saludos.
Esta es una de esas novelas que leí muy joven, demasiado. Con veinte años, gracias a la nutrida biblioteca familiar, ya me había empapado de muchísimas obras que creo que hoy día entendería de otro modo, pero supongo que también me habrán servido para crear mi personalidad como lectora y como persona. En cualquier caso, creo que es una lectura imprescindible, se descubra a la edad que sea.
ResponderEliminarSaludos
Precisamente de esto hablamos en el club de lectura, más de uno la habíamos leído hacía muchos años y una lectura posterior ha brindado nuevas perspectivas. Es una obra, por otro lado, que se adapta perfectamente al momento actual de nuestra sociedad. A cada edad, como dices, se interpreta de forma distinta, cada historia personal nos lleva a distintas lecturas. Imprescindible siempre, en cualquier momento, efectivamente. Saludos.
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