Llegó el verano a mis lecturas
con Donna Leon. Es lo que pensé cuando leí las primeras páginas de esta novela.
Brunetti: Un clásico de mis veranos. Entrega donde disfrutamos de nuevo de Venecia,
más que de sus canales, de sus calles, de sus edificios con problemas de
accesibilidad, de su día a día, esa Venecia que no vemos los turistas. Y, cómo
no, de la estupenda cocina de Paola, de las lecturas en casa. Una estudiante de
Universidad, alumna de Paola, aparece muerta en su piso de estudiantes. Nieta de
alguien que murió en un manicomio de la ciudad quizás acusado injustamente, y
del que esperaba poder limpiar su nombre. Una historia familiar que nos lleva a
los recuerdos de una Italia de la II Guerra Mundial, los recuerdos de aquellos
que estuvieron allí, como Hedi Jacobs, la abuela austriaca de Claudia. Los
recuerdos que quedan en los hijos de los protagonistas de aquel entonces, como
el propio Brunetti. Y obras de arte, el arte que no es un buen compañero de
viaje cuando hay que exiliarse, que es una oportunidad para aquellos que se
benefician en momentos de incertidumbre. Un pasado que sigue presente. Y nuevas
historias tan antiguas como la civilización.
Una imagen de la burocracia
italiana también protagonista de esta historia, esa por la que conoceremos como
algunos de los negocios de Venecia salen adelante, tantos relacionados con el
arte. Y tantas relaciones personales necesarias para llegar a donde está la información,
necesarias para el trabajo policial. Necesarias para llegar a descubrir cual de
los tres motivos por los que se llega a asesinar es el que aplica a la muerte
de Claudia: amor, dinero, poder.
Y la lealtad, la lealtad a pesar
del paso del tiempo, a pesar de las apariencias, a pesar de las injusticias o
quizás por ellas.
De lo mejorcito de Donna Leon. Excelente recuerdo.
ResponderEliminarSi, he disfrutado mucho con todo lo que acompañaba a la resolución de este caso que tantas veces parecía algo secundario. Saludos.
EliminarPara mí Donna León, Agatha Christie y Camilleri son valores seguros a los que regreso de vez en cuando y siempre me ofrecen lo que espero de ellos. De la León es de la que me faltan más obras por descubrir. Me apunto esta.
ResponderEliminarSaludos.
Con Donna Leon voy por orden y es una lectura fija de mi verano. Siempre disfruto, siempre te ayudan en momentos lectores bajos y en cualquiera otro. Agatha Cristie también pasa a menudo por mis manos, a Camilleri he llegado más tarde pero se está convirtiendo también en un imprescindible. Besos.
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