El protagonista lleva 35 años prensando papel para su reciclaje, pero cada bala que sale de su máquina lleva algo que la hace diferente, una reproducción de girasoles de Van Gogh o las obras de Hegel. Estos 35 años han dado para muchas lecturas, libros rescatados que llegan a la casa de Hanta, libros que amenazan su vida si un día llega a desmoronarse la columna de 2 toneladas que acumula sobre el baldaquín de su cama. Libros y más libros, pensamientos durante tantas horas junto a esa máquina donde un botón verde o un botón rojo decide sobre la vida de esos ratoncillos que viven entre las cantidades ingentes de papel que hay que destruir. Y litros de cerveza diarios, cerveza en Praga, jarras de medio litro que llevan a Hanta a un mundo donde todavía queda mucho por conocer.
… pero sonrío porque tengo la cartera llena de libros de los cuales espero que por la noche me expliquen algo sobre mí mismo, algo que todavía desconozco.
Hanta nos lleva también a pensar sobre el futuro, sobre aquello que sustituye a lo que conocemos, el futuro de su trabajo, sin pasión, sin saber nada de Aristóteles ni de Goethe, ni de la inmortalidad de la Grecia antigua. Un futuro que se llena de luz, de limpieza, de papel blanco, de guantes de colores en las manos de aquellos que ahora seguían trabajando con toda la calma del mundo, separaban flemáticamente el interior de los libros de las tapas y echaban sobre la cinta las horrorizadas y erizadas páginas, indiferentes e inmutables, sin darse cuenta del valor de cada libro.
Hanta incorpora la belleza en el trabajo mecánico rodeado de ratoncillos y moscas. Y, cómo no, una denuncia a ese régimen checo que se impone, que uniformiza, que muestra una apariencia de orden y eficacia pero que lleva a la decadencia cultural.
En mi trabajo, la espiral y el círculo se corresponden y el progressus ad futurum se confunde con el regressus ad origen; todo eso lo vivo muy intensamente y, ya que soy infelizmente feliz y culto a pesar de mi mismo, he empezado a reflexionar sobre el hecho de que el progressus ad origen se corresponda con el regressus ad futurum.
Del mismo autor en el blog:
Trenes rigurosamente vigilados.
Y no he podido evitar recordar esta novela:
Muy interesante. Tomo nota de tus dos recomendaciones.
ResponderEliminarUn beso.
Es una historia curiosa. Un trabajo rutinario y anodino que lleva a alguien a ser extraordinario anonimamente. ¿Es necesario transcender?
EliminarUn abrazo.
Me parece muy interesante, no lo conocía.
ResponderEliminarBesotes
Si, es un autor "de club de lectura". Historias diferentes para conocer otros países, otras épocas.
EliminarBesos.
De este escritor leí el año pasado "Trenes rigurosamente vigilados" que me gustó mucho. Luego vi la versión cinematográfica que ganó el Oscar a la mejor película extranjera y también me agradó. Cuando hice la reseña en mi blog de "Trenes..." muchos comentaristas me hablaron de la novela que hoy tú traes. Veo que es muy interesante y que incide en cierto sentido en el mismo asunto que subyacía en la que he leído. Me apetece leerla.
ResponderEliminarGracias por tu reseña, Ana
Un beso
Buena lectura la de "Trenes..." Me gustó mucho, aunque no es una novela "comercial", no es una película "comercial" al uso. Yo llegué también a esta novela después de leer "Trenes rigurosamente vigilados", ahora vuelvo a su lectura gracias al club de lectura. Una lectura que me lleva a refrescar sensaciones que quedaron de la lectura inicial. A fijarme en situaciones que no recordaba. A leer de nuevo como una experiencia distinta ya que yo soy distinta. Y quizás sea una ventaja no tener buena memoria para los detalles de las novelas que leo.
EliminarUn abrazo. Ya veré que te parece a ti.
El tema de los libros (y también de su destrucción) es de mis favoritos, pero no conocía este libro, así que voy a ir a por él porque tiene muy buena pinta. Tomo nota del autor (su nombre quiere sonar) porque veo que tiene más de una novela que merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo he leído dos de sus novelas y ambas me han parecido interesantes para conocer esa europa del siglo XX que tan rica en acontecimientos, en culturas, en valores, en la pérdida de ellos, fue.
EliminarPara mí también los libros que hablan de libros son un valor seguro.
Ya nos contarás que te parece. Un abrazo.
Qué libro, por Belcebú! Ha sido uno de los primeros que he leído de Hrabal, a instancias de la propuesta de quien fuera mi socia de espacio. Una belleza en todo sentido. Un libro para leer y releer varias veces. Por momentos, sospecho que muchos de nosotros -lectores- nos sentimos algo identificados.
ResponderEliminarGracias, Ana, por tus líneas. Un refresco interesante en estos días de calor por el Hemisferio Sur.
Un beso.
Un libro que llega a la poesía en la destrucción. Un libro que reivindica la cultura en cualquier situación. Un libro que nos enriquece, que nos ayuda a plantearnos si esta sociedad donde hay que destruir lo que se crea para crear más es la sociedad que queremos. Un abrazo Marcelo.
EliminarNo conocía ni el libro ni el autor pero todo lo relacionado con libros me llama la atención así que apuntado
ResponderEliminarBesos
Un libro muy curioso que nos habla de una época concreta y de un país concreto, pero que también nos habla del amor a los libros y que transciende el momento y el lugar. Besos Laky.
EliminarSensacional. De estos libros que me te echas a los ojos sin saber nada del autor y te quedas con cara de tonto cuando se termina. Sorprendente, magnífico. Lee "Trenes rigurosamente vigilados". Y la peli, lo mismo.
ResponderEliminarUn libro totalmente recomendable. En mi caso ha sido una relectura y quizás en esta segunda vez lo he disfrutado más. Los libros están tan presentes... en sus dos facetas, como su razón de ser, la de transmitir y quizás más incluso como objeto. Estupenda lectura. Un abrazo.
Eliminar