Segundo atentado en el Club de lectura de Espinardo. Un inicio la mar de interesante. Dios, si se trata de una horrible pesadilla, haz que me despierte de inmediato… ¿Lo es? ¿Es una pesadilla? En el siguiente capítulo, la autora, el autor, nos lleva a un día en un hospital donde Amín es cirujano. Un día como cualquier otro hasta que una formidable explosión hace temblar las paredes y tintinear las ventanas de la cafetería. Un atentado suicida que llevará a Amín a operar durante largas horas. Pero la mayor sorpresa está por llegar, la policía le dice que la suicida es su mujer, situación que para Amín es imposible de creer. Su mujer estaba pasando unos días en casa de su abuela y había olvidado el móvil en casa.
Un comienzo de la historia que nos lleva a pensar si conocemos a los que tenemos a nuestro lado, a pensar hasta donde podemos estar seguros de aquellos a los que confiaríamos nuestra vida, a pensar quien superaría la prueba. Un nudo donde aparecen aquellos otros que cuidan de nosotros en situaciones extremas, un nudo que tiene tintes de novela negra, un nudo donde aparece el típico policía que desentrañaría toda la trama. Un nudo que se alarga y empieza a confundir, un desenlace confuso, muy confuso, confuso como lo es el conflicto Palestino-israelí, un desenlace que nos lleva de nuevo al primer capítulo, un desenlace que nos trae una situación que nos habla de la importancia de la familia, de lo difícil que es desligarse de los orígenes, de un mundo al que no se puede entrar, pero, sobre todo, del que no se puede salir.
¿cómo podía vivirla si no dejaba de soñarla?
Cuando la leí me encantó y me sorprendió por todo. Fue mi entrada en Yasmina Khadra, un autor que sabe penetrar y transmitir la realidad del radicalismo islámico (también judío) a los lectores. Al leerle la verosimilitud es más que evidente.
ResponderEliminarBesos
Ha sido, para mi, la presetación de este autor. Bien, he disfrutado la lectura, aunque la evolución del desenlace es algo rocambolesca para mi gusto. Se centra mucho en un aspecto que no me concuerda con el personaje protagonista que nos presenta al inicio.Quizás lo que nos quiere decir el autor es que uno no puede cambiar en el fondo. Pertenece a un lugar y así tiene que ser siempre. Queda abierto para mi. Besos.
EliminarHola Ana!! Me has picado mucho la curiosidad por esta novela, no la conocía y podría estar muy bien. Me la llevo bien anotada a mi lista de pendientes. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminar¡Hola, Ana! Muchas gracias. Para mi también ha sido una completa novedad, no conocía al autor, ni había oido hablar de la novela. Es estupendo descubrir buenas lecturas. Un abrazo.
EliminarA mi me ha parecido un libro muy redondo, que te atrapa desde las primeras líneas. Comienza como acaba, con el final inútil de una vida, israelí o palestina, fruto de un conflicto que se retroalimenta con cada ataque, que solo provoca dolor y muerte en ambos bandos. Claro ejemplo de la estulticia y ambición humanas que buscan tener razón, imponer sus ideas y/o acumular poder y riqueza sin tener en cuenta el sufrimiento que ello provoque y mucho menos el carácter frágil y volátil de la vida.
ResponderEliminarGracias Angarval, un resumen estupendo de este libro que nos hace plantearnos lo incomprensible de esta sociedad. Un libro que ayuda a conocer una situación que, lejos de desaparecer, puede ir a más. Me gusta mucho el enfoque del principio, con el protagonista integrado en su entorno a pesar de las dificultades que encuentra por su procedencia, sin embargo, no termino de entender la deriva que este mismo protagonista a lo largo de la historia. Supongo que es lo que nos quiere transmitir el autor. Un abrazo.
Eliminar