Primera lectura del club Te
leeré miércoles: Santiago Lorenzo con una historia atípica, una historia
que lleva al protagonista, al que conocemos como Manuel, aunque no es su
verdadero nombre, a un pueblo abandonado, a la famosa España vaciada. Manuel
llega a Zarzahuriel, tampoco es su verdadero nombre, huyendo de la justicia, un
malentendido en el portal de su casa y el instinto de supervivencia que le
lleva a agredir a un antidisturbios. Y de ahí a Zarzahuriel con ayuda de su
tío. Su tío, que será el que nos cuente toda la historia, el que nos vaya
relatando la estancia de Manuel en esta casa abandonada donde se instala. Como
Manuel va adaptándose a las circunstancias, como solventan los problemas
básicos de supervivencia. Un narrador poco habitual, alguien que forma parte de
la historia pero del que poco llegaremos a saber, poco más que la relación con
su sobrino.
Y Manuel que buscaba la compañía
de los demás se encuentra solo salvo por las llamadas diarias de su tío. Una soledad
buscada por las circunstancias, una soledad de la que va disfrutando cada vez
más. Podríamos esperar una oda a lo rural, a lo bucólico de ser autosuficiente,
de las ventajas de vivir en el campo, pero no es eso lo que nos muestra esta
historia, es una oda a la existencia, a la existencia sin adornos, disfrutando
del tiempo, no tanto del ahora, como si de la soledad, de liberarse de cualquier
atadura. Una oda a la austeridad.
Un lenguaje distinto, palabras
rescatadas del olvido, alguna también inventada, barroco casi siempre. Santiago
Lorenzo nos lleva al mundo de alguien que se aleja de la sociedad, de la
sociedad la que tan a menudo necesitamos para sobrevivir, que él también
necesita en las cuestiones básicas, cada vez menos eso sí. Un equilibrio entre
el aislamiento y el contacto mínimo con otros. Todo hasta que a la casa que
ocupa llegan unos vecinos ruidosos a romper la tranquilidad del aislamiento,
obligado al principio, deseado más tarde. Unos vecinos de fin de semana, unos
vecinos que disfrutan trayendo la sociedad de consumo, esa que utiliza tantos “aparatos”
para cada actividad diaria. Un giro inesperado en esta historia que nos depara buenos
momentos lectores.
Una crítica, quizás, un texto que
nos lleva a la reflexión, seguro. Una historia que parece traer la luz de esa
Castilla vacía, un libro que he leído imaginando un lugar oscuro, un lugar
frío.
Cuando se publicó la novela estuve a punto de comprarla después de ver la entrevista que le hicieron al autor en Página 2. La tuve un buen rato en mis manos. Pero no sé qué pasó que al final decidí cambiarlo por otro. No sé si ha pasado su momento, nunca se sabe. Parece una buena novela. El tema es muy atractivo. La soledad frente a la sociedad, el campo frente a la ciudad. ¿Quién no ha soñado alguna vez dejarlo todo para irse a vivir a ese lugar bucólico para tener una existencia sin adornos? Otra cosa es vivir de verdad sin esos adornos. ¿Seríamos capaces de renunciar a ellos?
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, es un tema interesante. Aquí el protagonista se va por necesidad, aunque llega a encontrarle el gusto. Lo diferente es que no muestra un mundo rural fantástico, es casi secundario, esta soledad buscada podría ser en cualquier sitio, obviamente en la ciudad es más difícil. Un ejercicio de austeridad. ¿Seríamos capaces? Quizás no haya que llegar a este extremo, pero si que habría que plantearse si necesitamos tanto. Un abrazo.
EliminarHola,
ResponderEliminarhe estado tentada con la novela en la mano un par de veces pero al final la he descartado; no sé bien por qué, ya que el tema me llama mucho pero no consigo lanzarme con ella, ya veremos.
Un beso
Es un tema que está de moda, lo de volver a lo rural y demás, aunque el enfoque de esta novela yo diría que es distinto. Aquí más que lo rural es el tema de la austeridad el protagonista. Ya nos contarás si finalmente te decides. Un abrazo.
EliminarDesde que salió este libro a librerías, creo que el año pasado, que me anda rondando. Me gusta la historia que nos cuentas, pero me da un poco de reparo el lenguaje barroco que dices y que el final me decepcione (porque el planteamiento de partida sí que me gusta). Ya veremos. Besos.
ResponderEliminarEs un lenguaje barroco aunque la lectura se hace amena, es ágil. Si que está dividido en dos partes diferenciadas. Una donde se apuesta más por la defensa de la austeridad, otra que tiene algo más de acción. Un enfoque muy distinto, una historia diferente. Besos.
EliminarMaravilloso el haberte hallado
ResponderEliminarGracias Recomenzar. Espero que te gusten "Los asquerosos" Saludos.
EliminarLo tenía apuntado y me hice de una versión digital. Me gusta lo que nos cuentas del contrapunto entre sociedad de consumo y aislamiento. Lo subiré en la lista de próximas lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Ultimamente coincidimos. Espero tus comentarios una vez que lo leas. Es una forma distinta de crítica a la sociedad de consumo. Me gustó ese aspecto. No es esa forma frecuente de contar que dice lo guay que es ser verde. Te planteas muchos temas pero no porque lo muestre como algo idílico. Poca gente sería capaz de disfrutar en una situación como la del protagonista. Un abrazo Marcelo.
EliminarUna lectura verdaderamente interesante, muy bien escrita, con un protagonista redondo y llena de reflexiones que te hacen plantearte muchas cosas. No paro de recomendarla.
ResponderEliminarSaludos.
Si, lo leímos para un club de lectura y el coloquio fue la mar de interesante. Es una historia curiosa que te hace plantearte bastantes cosas. Poca gente llegará al extremo del protagonista, afortunadamente no por sus motivos, pero hay mucho camino por recorrer. Un abrazo.
EliminarLa he leído recientemente. El tema me parece muy interesante. ¡Cuantas veces nos hemos planteado muchos de nosotros lo complicada que hacemos la vida!. Por otra parte, a los amantes de la naturaleza y a los que no nos apasiona el bullicio, nos puede hacer reflexionar... ¿sería yo capaz de hacer algo así?. Sin duda, el extremo que plantea el autor no es tan sencillo. Una lectura que ha merecido la pena, sin duda. Le perdono ese lenguaje barroco, cuya ausencia quizá mejoraría la novela.Pero...no sé...
ResponderEliminarSi, el lenguaje es muy característico de esta novela. Creo que sería una historia distinta si estuviera contada con un lenguaje distinto.
EliminarEl tema es para reflexionar y mucho, desde que la leí aún se ha puesto mucho más de actualidad. Casi todos nos centramos en uno de los temas, el de volver a la naturaleza. Otro de los temas es el de los okupas, por ese en el club pasamos muy por encima, seguro que da también para una amplia reflexión. Un abrazo.