Una novela que ganó el premio
Planeta en 1998 y que llega al club Escuela de Mandarines.
Empezamos con la muerte de un
cocinero en una cámara frigorífica. Parece que Carmen Posadas se anticipara a
su tiempo tan de moda que está hoy la cocina y la novela negra.
Tenía los bigotes más rígidos que nunca; tanto que una mosca podría haber caminado por ellos igual que un convicto sobre la plancha de un barco pirata. Sólo que no hay mosca que sobreviva dentro de una cámara frigorífica a treinta grados bajo cero: y tampoco Néstor Chaffino, jefe de cocina, repostero famoso por su maestría con el chocolate fondant, el dueño de aquel bigote rubio y congelado.
Una novela que habla de
cocineros y donde se adivinan recetas si que tenemos, pero una novela negra no,
y no es necesario, es bueno también salir de ese mundo donde siempre hay
asesinatos truculentos. Tenemos una muerte y tenemos los días y momentos
previos que llevaron a la misma. Durante toda la novela trataremos de averiguar
cuales son las pistas que nos identificaran al asesino, no podemos evitar
hacerlo, y lo haremos conociendo a todos los protagonistas, sus relaciones
inesperadas y las vidas ajenas que siempre pueden parecer más interesantes que
la nuestra, incluso más fáciles, al menos hasta que conocemos todos los
entresijos.
Una novela que se adivina
intensa, con un eje central muy llamativo: Néstor Chaffino cocinero conocedor
de múltiples secretos inconfesable tras una larga vida entre fogones. Pero
tenemos también una novela que languidece hacia la mitad para llevar a un final
donde quedamos con bastantes preguntas sin respuestas.
Una novela donde veremos la
importancia que puede tener una conversación aparentemente intrascendente.
Donde podemos ver que puede ser fácil identificar determinados detalles aunque
pensemos que no estamos dando suficiente información al contar secretos
inconfesables y las consecuencias que ello podría tener.
Es fácil tener prejuicios y
perjuicios frente a esta escritora por su carácter mediático. Quizás muchos
llegamos así a sus obras, por cualquiera de las dos caras de esta situación.
Una novela de fácil y entretenida lectura pero también de fácil olvido. Yo, por
ejemplo, ya la había leído con anterioridad y en esta ocasión ha sido casi como
leerla de nuevas. Sin embargo, otras obras suyas como El testigo invisible me dejó mucho mejor recuerdo e imagino que ha
dejado más “poso” y la recomendaría antes si te inicias con esta autora.
Esta novela la compré hace unos meses de segunda mano porque costaba 2 euros, pero todavía no la he leído. De Carmen Posadas me gustan sus novelas de corte histórico. Las contemporáneas me tiran bastante menos, pero bueno, le daré una oportunidad a ver qué tal. A ti veo que ni fu ni fa, que es más o menos lo que yo espero de esta lectura.
ResponderEliminar¡Besote!
Me ha gustado mucho como está montada, pero le falta algo de chispa en algunas partes y otras están excesivamente forzadas. Como dices alguna de corte histórico que he leído mejor. Besos, gracias por pasarte y comentar.
EliminarMe gustó el libro, pero sin entusiasmarme, entretenido
ResponderEliminarBesos
Si, es lo que me dice la gente con la que comento el libro. Bien, pero sin entusiasmarse. Gracias por pasar y comentar. Besos.
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