domingo, 8 de junio de 2025

La señora Dalloway – Virginia Woolf

 

Un día de junio en Inglaterra, han pasado 5 años de la Gran Guerra, Clarissa prepara una fiesta esa noche. Se lo dice ella a su amigo Peter Walsh, el que llega por sorpresa esa mañana después de 5 años en la India. Ese amigo con el que debió casarse, pero no hubieran tenido espacio suficiente y todos los matrimonios lo necesitan, hubieran tenido que compartir todo.

…y diciéndose que había hecho bien —y de hecho así era— en no casarse con él. Porque en el matrimonio debe haber cierta libertad, un poco de independencia entre personas que viven día tras día en la misma casa; Richard se lo daba, y ella a él….Pero es que con Peter todo tenía que compartirse; había que hablarlo todo. Y eso era intolerable.

La novela transcurre en ese solo día, sin embargo, viajamos a menudo al pasado gracias a que conocemos los pensamientos de los personajes, un recurso muy enriquecedor. No solo en los de Clarissa, también en los de Peter y en los del resto de personajes. Peter que llega de la India, que estuvo muy enamorado de Clarissa, quizás sigue estándolo, que ahora va a casarse con la mujer de un mayor de la India, que tiene 53 años, que se siente mayor, que ve como ha transcurrido la vida de Clarissa, esa vida de señora del señor Dalloway que organiza fiestas, que invita a quien debe, que ahora está arreglando un vestido verde para la noche, que hace lo que la sociedad espera de ella. Elisabeth, la hija de los Dalloway, que no presta atención a la relación con su madre, ni a las fiestas que organiza, prefiere el campo y los perros. Septimus, veterano de guerra, protagonista también de este día, que sufre una depresión tras la muerte de su amigo Evans, tras vivir la gran guerra por motivos ideales de poeta. Su vida con Lucrecia, una italiana de Milán, con la que se casó. Actores de esta novela que nos permiten conocer esa Inglaterra de entreguerras, esa sociedad acomodada. Amores de juventud como los de Clarissa con Peter o con Sally que no llegaron adelante. La vida años después, los hijos, los 5 de Sally, que siempre quiere ganar en todo. Lady Bruton y sus almuerzos a los que todos quieren asistir pero al que Clarissa no está invitada.

Una novela rica en personajes y temas abordados, publicada hace ahora 100 años, un 14 de mayo, con la calma de esa sociedad, con conversaciones y pensamientos que enriquecen los hechos de ese día de junio en el que el calor empieza a llegar y las flores están en su mayor esplendor. Una novela que nos permite conocer mejor el mundo que vivió Virginia Woolf.

Pero sí iba a decirle a Clarissa que la quería, con estas palabras. En tiempos, había sentido celos de Peter Walsh, celos de Clarissa y él. Sin embargo, ella le había dicho a menudo que había hecho bien en no casarse con Peter Walsh; lo que, conociendo a Clarissa, era evidentemente cierto; ella necesitaba apoyo. Y no es que fuese débil, pero necesitaba apoyo.

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