domingo, 7 de enero de 2024

Buena mar – Antonio Lucas

El club Alumni nos lleva a Gran Sol en un barco arrastrero gallego. Mauro, un periodista de Madrid se embarcará durante 3 semanas en un barco de pesca de altura muy diferente a un crucero, diferente incluso a un barco mercante. Mauro nos relata en primera persona su llegada a Castletownbere punto de partida y de llegada para él y para tantos barcos que llevan allí el resultado de días de pesca. Un pequeño puerto en la costa irlandesa donde todo gira alrededor de los barcos que faenan en Gran Sol y tantos otros lugares lejanos. Serán 3 días los que pasará allí antes de embarcar. Y será allí donde empezaremos a conocer los motivos que lo han llevado a esta aventura, así puede considerarse para alguien que como experiencia marinera apenas tiene un par de vueltas en zodiac en Mazarrón. Es una novela muy intimista, en un ambiente nublado, al menos para mí, con frío, a pesar de estar en verano El clima se mide en malo o menos malo. El MacCarthy’s, el único pub del pueblo, será su forma de iniciarse en el mundo marinero, allí es donde pasan las pocas horas que están en tierra los marineros de Gran Sol.

Tres semanas en un lugar inhóspito con once tripulantes donde habrá muchos silencios y un trabajo constante que cada tres horas lleva capturas a la cubierta del barco. Un viaje personal para este periodista con la excusa de un reportaje para el periódico. En la novela no todo es real, pero el reportaje si que existió y podemos encontrarlo aquí https://lab.elmundo.es/gran-sol/castletownbere.html.

La vida como observador, conociendo las rutinas, conociendo el mar que solo es mar, un mar inmenso, conociendo sus enfados, a pesar de que en verano los temporales no pueden compararse a los de invierno, conociendo las dificultades de este trabajo en el mar, que solo es un trabajo, pero más difícil que otros, conociendo a los tripulantes, algunos gallegos, otros africanos, conociendo al patrón, a Lolo, serán muchas las horas que pasará Mauro en el puesto de mando, conociendo a Bieito, el segundo de a bordo, sin llegar a disfrutar de la estupenda comida de Xouba por culpa de un estómago no acostumbrado a los vaivenes infinitos del Carrumeiro.

No los envidio por lo que tienen, sino por la fiereza con la que añoran lo que les falta.

Una novela que te acoge en la infinitud de ese mar, en la infinitud de horas de mar de tanta y tan poca actividad.

La inacción de no desear nada es una escuela grandiosa.

4 comentarios:

  1. Muy buen día y muy feliz año, a la prota del blog y a todos los seguidores del mismo.
    Muchas gracias por el aporte, A. Como he visto que la biblio regional lo tiene, ya lo tengo reservado. Y me tomo la libertad de recordar, como no podía ser de otra manera y por si alguien no lo conoce y está interesado, GRAN SOL (1958), de Ignacio Aldecoa, al que no nombra Lucas en la entrevista enlazada, pero sí en ésta: https://www.telva.com/cultura/2021/09/27/61517d2c02136e4b228b4579.html
    Sin haber leído la de Lucas, estoy seguro de que deberá mucho a la de Aldecoa. Por cierto, esa última está escrita de una forma por la que no ha pasado el tiempo; una de esas cosas que tanto dicen de un escritor, en perspectiva. Además, se hizo peli de ella en 1988, con el mismo título. La vi entonces y la recuerdo con cariño, pero habrá que revisarla, a ver si ha envejecido tan bien como el libro. Sobre éste, la única pega que le recuerdo es que la jerga marinera es abrumadora, lo que ayuda a sumergirte (apropiado verbo) en la obra, pero que te hace tirar continuamente de diccionario para saber mejor de qué se habla; si eres un analfabeto marino, como yo.
    Saludicos.
    Postdata. Anica, please, revisa lo del envío a mail de las entradas, que vuelves a no salirme por ahí (y no vas a SPAM)

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    1. Fran, ¡¡qué alegría!! Feliz año para vosotros también.
      Doy fe de que la biblio regional lo tiene ;) No conocía el libro de Aldecoa, lo leeré. En el de Lucas la jerga marinera no abunda, se nota que Lucas no es marinero, ya lo dice él mismo, que su experiencia como navegante es la un par de ocasiones que ha montado en zodiac en Mazarrón. Es fácil identificarse con él por esa parte, no tanto por la idea de ir a Gran Sol en un barco como este. Menuda idea, no idónea para todos los públicos. Lo que si me llama la atención es lo bien que lo trataron en el barco ya que él debía de ser un estorbo más que otra cosa.
      Reviso lo del mail.
      Un abrazo enorme. Genial que hayas pasado por aquí.

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  2. Hola, feliz año, veo que has disfrutado de esta historia, hay ocasiones que por lo que sea un relato te llega. Gracias por la reseña no conocía al autor

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    1. Si, he disfrutado mucho, me atrapó, y eso que pasando mucho no pasa nada. Yo tampoco conocía al autor, ni en esta faceta, ni en la de poeta o periodista donde es más fácil conocerlo ya que esta es su primera novela.
      Un abrazo, NO SOLO LEO y felices lecturas en el año que comienza.

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