domingo, 6 de agosto de 2023

El tiempo de las palabras azules – Pedro Brotini

Angélica queda viuda de Román, un enamorado de los coches antiguos, mientras un Volkswagen 1500 Tipo 3 espera en el garaje, un modelo antiguo, mucho más que la chatarra, que ven muchos, que precisa de una restauración importante. Igual que nos sucede a las personas en ocasiones, sin embargo, las piezas que necesitamos suelen ser menos tangibles. La situación económica en la que se encuentra Angélica no es buena y Martín, amigo de la familia, intenta apoyar en estas cuestiones prácticas. Los sueños compartidos con Román, los recuerdos, son un fuerte competidor frente al sentido común.

Viviremos con Angélica el proceso de adaptación a su nueva vida, viviremos con ella la búsqueda de la mejor solución, viviremos la búsqueda de un futuro adecuado para el Volkswagen 1500, un futuro que quizás Román pone en su camino. Abel, aquel que compartía el amor a los coches, aquel que no pasa un buen momento desde que Lucía se marchó, aquel que tiene en sus manos la paciencia, el tiempo y el amor a los coches necesario para esta labor. Pero es Angélica, es ella la que es capaz de encontrar la pieza que necesita cada uno, la que necesitamos todos en la vida, ayudar a otros nos ayuda a nosotros. Angélica entra en el mundo de la restauración de vehículos antiguos, un mundo que tenía cerca, pero al que no había estado atenta, pero lo que la hace especial es que ella no ve solo un coche que restaurar, ve a todos los que están a su alrededor

No podemos olvidarnos de Tomás, experto en el negocio de los vehículos antiguos, competidor quizás, aquel que intenta una salida beneficiosa. Aquel que realiza un descubrimiento fortuito.

Un objetivo que llega en el momento adecuado, un objetivo común que permite que varias vidas sigan adelante de mejor forma.

empezamos a escribir, tenemos que hacerlo con lápiz, para borrar y rectificar. Poco a poco, cuando crecemos y tenemos más seguridad en nosotros, nos dejan hacerlo con bolígrafo, con tinta. Es más difícil reparar un error, claro, pero podemos hacerlo; es cuestión de seguir escribiendo….

Y sin prisa disfrutamos del tiempo que necesita Angélica, que necesita Abel, que necesita Lucía, incluso el que necesitan Martín y Tomás para restaurar un Volkswagen, para restaurar los sueños rotos, para que un próximo capítulo de la vida se inicie.

Compartir momentos azules resulta fácil con Pedro Brotini: Un lujo.

-Hay cosas que merecen ser escritas con palabras que perduren.

Y también de este autor podemos encontrar en Cuéntame:

La estancia.

2 comentarios:

  1. Pues no lo conocía, por lo que cuentas no me importaría leerlo.

    Besotes

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