Una obra de teatro que nos muestra un momento durante una guerra, una realidad de pobreza y fatalidad pero que nos muestra también la capacidad de adaptación y de supervivencia del ser humano.
Carmela y Paulino, Variedades a lo Fino, actores de revista, llevan su espectáculo a pequeños pueblos de la España republicana durante la Guerra Civil, pero una noche cruzan las líneas y acaban en Belchite donde son retenidos y tienen que representar su espectáculo delante de las tropas nacionales. La obra nos muestra lo que pasó antes, como preparaban el espectáculo, con cierta improvisación al estar sus pertenencias requisadas como decidían lo que podían y no podían representar, como llevaban al escenario lo que le habían impuesto. Nos hablan también de su relación de pareja, de los buenos ratos y de aquellos en los que ha sido más difícil salir adelante. El espíritu de Carmela que vuelve a la memoria de Paulino, la vida sigue y, sin embargo, no es posible olvidar aquella noche en la que un soldado polaco, huérfano de madre quizás, de una madre comunista que no puede rezar, está a punto de morir en un lugar que no sabe ni pronunciar.
Algo más de una hora y media en el escenario con solo dos personajes que nos hacen reír, nos hacen llorar, nos llevan a una realidad de finales de los años 30 en una España en blanco y negro. Refleja una realidad de los actores de la época, refleja una realidad de tantos que vieron como su vida se volvía mucho más difícil por cuestiones políticas de unos y otros.
La obra se hizo más conocida gracias a la película que Carlos Saura estrenó en 1990 protagonizada por Carmen Maura y Andrés Pajares. Y aquí se puede ver ¡Ay, Carmela! En Estudio 1 de RTVE con Verónica Forqué y Juan Diego
Posiblemente una de las mejores películas españolas de siempre. En la lista queda. Gracias, Ana.
ResponderEliminarBuena película. Aquí hablo de la obra de teatro original. He tenido la oportunidad de verla en el teatro además de leerla. Muy buena, efectivamente. Un abrazo, José Antonio.
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