Acabamos el trimestre
en el club Te leeré miércoles con la finalista del Premio Mandarache
2017. La falta de un ser querido que nos lleva a recordar el pasado, a recordar
el presente ahora distinto, a hablar con ese ser querido como si todavía
estuviera aquí. Está aquí todavía, está en lo que hay de él en nosotros.
La conversación de
Blanca con su madre durante los días posteriores al entierro, los días en los
que hay que ir reordenando todo, los días en los que hay que aprender a vivir
de nuevo. Hablando del pasado, enlazando aquellos detalles a los que nunca se
les dio importancia y que ahora la cobran de una forma inesperada. Un dejarse
acompañar por los vivos en ese entorno en el que cabe tan poca gente. La
familia, los amigos que aparecen ahora de forma distinta. Un entorno bastante estrafalario,
tanto como el que no es el nuestro, que acompaña a Blanca a Cadaqués en esos primeros
días. Cadaqués tan importante en la vida de todos. Y descubrir a la madre, la
madre que tan presente estaba en su vida aún cuando no estaba, que tantas cosas
le enseñó, tantas cosas que tuvo que aprender. Una madre que hizo lo que le dio
la gana, que asumía las consecuencias, que no se culpabilizaba de nada. Esas
vivencias tan personales, ese día a día que es tan poco llamativo para muchos
que va colocando todo en su sitio, ese día a día que tan insólito es en la vida
de Blanca.
Una historia muy vitalista,
cómoda de leer, que imaginaba más trascendente o quizás así es la trascendencia,
ese día a día acorde con cada uno, con cada uno que fue, con cada uno que es.
Creo que puede gustarme, me veo reflejada en lo que cuentas, hace cinco años murió mi padre. Me lo apunto, no lo conocía, gracias por el descubrimiento. Besos.
ResponderEliminarHabla de la pérdida,también de la relación madre-hija. Creo que es bastante autobiográfico aunque el libro sea de ficción. Y creo que ha sido una forma particular de hacer el propio duelo. A la vez muy vitalista. Me lo imaginaba distinto eso sí. Muy real por otro lado. Espero que te guste si finalmente lo lees. Besos.
EliminarLo leí hace algunos años y me pareció nostálgico y superficial. La protagonista no parece poder hacerse cargo de su vida. Puedes leer mi opinión, si te place. Espero que no sea autobiográfico, salvo con algunos elementos.
ResponderEliminarUn beso, Ana.
Coincidimos bastante. Y aunque ha sido un libro fácil de leer deja poca huella. Me llama más la atención el tono del libro por ser hija de quien es.
EliminarPrecisamente, con autobiográfico, me refería a la autora. Si que en una entrevista comentó que fue una forma de hacer el duelo, que lo había intentado de otra forma pero escribirlo fue lo que le ayudó. Totalmente de acuerdo con el carácter curativo de la escritora.
Un abrazo Marcelo.
Lo leí cuando salió, tuvo mucho éxito. Tiene un aire superficial, como dice Marcelo, al estilo "chick lit" que se dice, pero a mi al menos me compensó el vitalismo de Milena-Blanca y el homenaje tan hermoso que hace a su madre, una de las editoras más importantes de España. Poco después, fíjate la casualidad, encontré un libro en un parque "Habíamos ganado la guerra" de Esther Tusquets y así completé el círculo hija-madre en este caso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es muy bonito cuando un libro te lleva a otro libro. Una buena experiencia.
EliminarY si, no había pensado en clasificarla como chick-lit pero creo que tienes razón. Por otro lado es cuurioso que un duelo se clasifique con este género.
Quizás esto sea lo que hace distinto a este libro.
Un abrazo.
Pues fíjate que lo leí por la fama que tenía y no me terminó de gustar. Lo vi un poco intrascendente. Está bien que la protagonista sea caótica y esté un poco loca, pero por eso resulta más difícil empatizar con ella. Pero si a ti te gustó, me alegro mucho. Qué sería de la vida sin los gustos diferentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rocío, sí, mi impresión es muy similar a la tuya. Es cómodo de leer pero no queda mucho tiempo en la memoria, al menos en la mía. Depende también del momento de lectura, depende de las expectativas, supongo. Un abrazo.
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