De Mercedes había leído La
última vuelta del scaife, un libro que me encantó, comentaba por
aquel entonces que es un libro que deja huella, de aquellos en los que después de
terminar su lectura los personajes siguieron conmigo durante muchos días,
todavía me acuerdo de ellos en ocasiones. Después leí El escritor desahuciado, una novela por entregas con las que la
autora nos obsequiaba cada domingo, y cuando dejó de llegar también la eché de
menos.
Y en las estanterías de casa me esperaba Cartas a una extraña desde hace unos
meses. Tenía muchas ganas de volver con las historias de Mercedes.
Enseguida me hice amiga de Berta, una chef
londinense cuya madre acaba de morir y tiene que volver a Madrid, a su tierra,
al lugar del que se fue hace 15 años y al que no había regresado, desde
entonces. Historias del pasado que regresan, un pasado difícil que creía
enterrado en lo más profundo de la memoria. Primeros capítulos que se viven con
cierta angustia, la propia angustia de Berta cuando se remueve su pasado y van
surgiendo tantos interrogantes.
En la revisión de ese pasado, reflejado en
los rincones de la casa familiar, llega a un cajón, un cajón lleno de cartas sin
abrir que traerán nuevas incógnitas a ese pasado que quería olvidar, a un
pasado desconocido que quizás cambie toda su vida.
No puedo resistirme al mundo que se adivina
a través de cualquier carta, así que cualquier novela que las tenga entre sus
protagonistas tiene muchos puntos ganados conmigo. Y esta no iba a ser menos.
Sin embargo, como a mitad de la novela van
surgiendo personajes, historias paralelas, acción… que hacen que la novela ya
no parezca verosímil. Seguí leyendo pensando que habría algo después que
hiciera que toda la historia encajara, me ha ocurrido en alguna que otra ocasión.
Información que no tenemos como lector y que tampoco tiene la protagonista,
pero que ahí está. Información que aparecerá en las páginas de la novela en el
momento oportuno. En este caso, ¿dónde mejor que en una carta? En esa última
carta que tanto se hace esperar, por ejemplo.
Yo he leído la historia en papel, sé que la
novela tiene una edición con algunos cambios sobre la historia, pero no sé si
es la mía y quizás esos detalles que yo echo de menos en la historia ya estén
ahí.
Una bonita historia de intriga, con la que
he disfrutado durante muchas de sus páginas, pero que no puedo decir que sea
una historia redonda, al menos para mí.
De la misma autora en este blog:
A mi me gustó mucho. Yo creo que las cosas que has echado en falta podrías encontrarlas en la siguiente novela, Mensajes desde el lago
ResponderEliminarBesos
Pues entonces habrá que comoletarlo con los Mensajes. Muchas gracias. Un abrazo.
Eliminarhola y feliz año! no lo leimos y ya corre a la agenda del nuevo año, nos gusta mucho lo que escribes.saludosbuhos!
ResponderEliminarMuchas gracias y feliz año también para vosotros. Un abrazo.
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