domingo, 9 de noviembre de 2025

Querido Miguel – Natalia Ginzburg

Natalia Ginzburg vuelve a mis lecturas, esta vez con una novela epistolar, también gracias al club Escuela de Mandarines.

Una madre que escribe una carta a su hijo: Luego se sentó delante del buró y se puso a escribir una carta al único hijo varón que tenía.

Ella acaba de mudarse a una nueva casa, todavía no tiene teléfono. Le dice que vaya a ver a su padre, no está bien: Tiene dolores en la boca del estómago.

Conocemos antes al entorno de Miguel que a él mismo, a Osvaldo, a Mara que acaba de tener un niño y que necesita que los demás le den alojamiento. Cada vez son más frecuentes las cartas en la novela, las de la madre de Miguel, las de Angélica, su hermana, alguna de Mara, alguna de Miguel, pocas. El día a día se va desgranando en la Italia de los años 70, esa Italia de la que Miguel sale huyendo. Son pocos los detalles que conocemos claramente, pero son muchos los que nos revelan estas cartas que permiten hablar con un interlocutor sin esperar una respuesta inmediata, a menudo sabiendo que no la habrá.

Era una felicidad hecha de nada,….Pero me acuerdo de cómo se estaba poniendo el sol y de que había unas nubes muy bonitas color de rosa encima de la ciudad, y yo hacía mucho tiempo que no me sentía así, casi tranquila y casi feliz.

En ocasiones nos cuesta entender a esta familia, a estos amigos y conocidos de Miguel a los que éste tanto une. Y poco podemos llegar a averiguar de la tensión política de esos años, tensión que condiciona la vida de esta familia en la figura de Miguel, pero que no se diferencia de cualquier familia, esos amigos que se convierten en parte de la familia, ese niño que llega, los que se marchan. Y esa Ada que tan resolutiva es ¿qué sería de todos sin ella?

En definitiva, la lectura de unas cartas que nos van llevando a esperar también respuesta de Miguel, respuesta del responsable de que esta familia italiana haya llegado a mis lecturas.

Y cómo olvidar que es también a Carmen Martín Gaite a quien leemos con esta fantástica traducción que nos trae Acantilado.

También de Natalia Ginzburg en el blog:

Las pequeñas virtudes.

 

domingo, 26 de octubre de 2025

La jugadora de ajedrez – Bertina Henrichs

Este libro me llega por una gran amiga y también gran lectora debido a mi afición al ajedrez, no tan reciente ya. Un título sugerente, no es frecuente unir la palabra jugador en femenino con el ajedrez a pesar de la serie Gambito de Dama. Esta es la primera novela de una autora alemana que reside en Francia desde hace tiempo que ambienta su historia en Grecia, en una de sus numerosas islas. El detonante es una pareja francesa que juega al ajedrez y pasa unos días en el hotel donde Eleni, la protagonista, trabaja.

Eleni miró atentamente la pieza que tenía en la mano. Era un pequeño peón negro. Vaciló y trató de ponerlo en su lugar, pero no sabía dónde estaba antes. Había piezas idénticas por todas partes. Se quedó allí un momento, con el peón en la mano, mirando el tablero de ajedrez, tratando de encontrar una lógica. Por fin, abandonó, puso la figurita al lado del tablero de madera y terminó de limpiar. Lamentaba, haber echado a perder la partida, pero se consoló persuadida de que era sólo una pieza sin importancia, ya que había muchas similares. Debía ser poco importante.

Eleni cree que un tablero puede ser un bonito regalo de cumpleaños para su marido, que ambos pueden jugar juntos como esa pareja francesa que visita la isla. Panis, su marido, no puede estar más sorprendido con este regalo, pero pronto llega a olvidarlo. Sin embargo, la afición de Eleni empieza ahí, con ese tablero electrónico que le recomendó su viejo profesor al que pidió ayuda y el manual que acompaña. Su afición crece tanto que llega a poner en juego su vida familiar. Al principio su afición la lleva en secreto, solo su antiguo profesor, que es el que ejerce de entrenador, conoce la realidad. Será difícil entender en la isla que alguien como ella pueda perder el tiempo jugando, ella misma sabe que no la van a entender y esconde el tablero en el congelador, uno de los pocos lugares propios en la casa. Sin embargo, las habladurías son tan frecuentes que un día, con su indiscreta amiga Katharina, Eleni decide contar lo que pasa y efectivamente no la entiende. Una infidelidad quizás hubiera sido perdonable, pero esto… Toda la isla habla, Panis se siente perjudicado, pero Eleni sigue adelante.

Una primera novela que, sorprendentemente, ha recibido varios premios en Francia, premios locales. Un gran acierto el título elegido. Hay una película francesa del mismo título, quizás también sea un acierto para esta bonita historia al fin y al cabo.

domingo, 12 de octubre de 2025

Los días perfectos – Jacobo Bergarache

 

Vuelvo a las lecturas del club Escuela de Mandarines. Una novela o una larga carta que leo como una novela. La historia de una aventura, la del protagonista, la de un periodista en un congreso de la profesión en EEUU. Una aventura que duraba ya dos años, una aventura que quizás termine en este tercer congreso al que asiste Luis. La historia de cómo se conocieron, de como han disfrutado de 7 días perfectos, ¿sólo 7 días? ¿O han sido 2 años perfectos? La frescura de una corta relación. Los inicios y la vida hogareña de su protagonista. La carta que Luis escribe a Camila tiene también otros protagonistas: las cartas que Faulkner escribía a Meta, su amante, que se encuentran en el Harry Ransom Center de Austin. Disfrutamos de imágenes de esas cartas en este libro, cartas que sirven de hilo conductor para que Luis hable a Camila de la historia que han vivido, que viven juntos, esa historia de la que han disfrutado de días perfectos como se adivinan algunos de los de Faulkner con Meta. Una carta escrita con detalle, con tiempo, esos detalles que no caben en una conversación, una carta que sirve para recuperar el beneficio de la escritura sin prisa, sin esa recompensa de la llegada inmediata del mensaje, sin esperar una respuesta en ocasiones, con el beneficio de conversar en la distancia con la persona a la que va dirigida la misiva, ese mensaje que llegará en unos días o que quizás nunca llegue, esto ya es secundario, el beneficio de dejar salir el dolor. Esa carta que nos transmite los sentimientos de su protagonista hacia esta relación inesperada o buscada en estos momentos de su madurez.

Y esa segunda carta, la que escribe a Paula, la que también habla de una relación de pareja, la de un matrimonio de 17 años de historia, de una relación que ya no es como era, que ha perdido la ilusión, habla de tres hijos, pero no quiere que sea esto último lo que defina la relación que tienen ellos dos. Una carta serena que llega tras haber reflexionado sobre el momento vital de sus protagonistas.

Puedo decir que por fin ya he entendido qué es la nada y qué es la pena cuando tu amigo Bill proclama eso de que “entre la nada y la pena, elijo la pena”. Creo que tú y yo estamos ya tan cerca de la nada, que apenas sentiríamos pena de perdernos el uno al otro.

Una delicia de lectura que Jacobo Bergareche nos trae en estilo epistolar, un género que tanto bien hace, que tanto nos muestra de aquellos que fuimos, de aquellos que ya no están. Sin olvidar el espacio reservado para la imaginación.


sábado, 4 de octubre de 2025

Operación Kazán – Vicente Vallés

He leído esta novela por recomendación de una amiga, de una gran lectora. El Premio Primavera 2022 nos trae una novela de espías, de espías actuales, pero también de los más clásicos, los del siglo XX, una historia que empieza antes de la 2ª Guerra Mundial y tiene su desarrollo en plena Guerra Fría, sus consecuencias llegan a la actualidad.

Una novela que entrelaza cerca de un siglo de historia, que nos lleva de Madrid a Estados Unidos, que nos lleva a la Unión Soviética, a Londres, a Berna. Donde nos encontramos con protagonistas con 2 nacionalidades, con protagonistas que analizan el inmenso tráfico de datos mundial. Una visión de la evolución del espionaje internacional, tan presente en la literatura y el cine al final del siglo XX.

Una novela que nos muestra la facilidad con la que se toman decisiones sobre la vida y la muerte de los peones del juego político, la facilidad con la que desaparecen aquellos que no se ajustan a lo establecido. La diferencia entre culturas, la diferencia entre generaciones. Y un final inesperado, un final en varios actos que nos confirma que nada es lo que parece.

Una novela donde se ficciona el proceso electoral de EEUU en un futuro cercano, ya pasado, unas elecciones que gana una mujer, aunque esto es secundario, un resultado electoral que empezó a cuajarse por protagonistas que ya no están. Vicente Vallés utiliza personajes históricos y otros que no lo son, pero que se asemejan tanto a la realidad que es fácil identificarlos.

Una novela que fácilmente te atrapa entre sus páginas una vez que consigues situarte en los cambios de lugar y de tiempo tan frecuentes.