domingo, 8 de agosto de 2021

Las uvas de la ira – John Steinbeck

Un clásico que llegó como un regalo el año pasado a mi estantería, este verano ha sido su momento. Un clásico que te mantiene el corazón encogido durante todas sus páginas acompañando a la familia Joad. Una familia que sufre los cambios de finales de los años 30 del siglo pasado en Estados Unidos. La Gran Depresión que deja sin sentido lo que ha conocido cada familia durante generaciones, generaciones trabajando, naciendo y muriendo en 30 acres de tierra, una familia que tiene que abandonar todo y emigrar a la verde California, a esa California que necesita mano de obra para recoger la fruta, esa California que es el paraíso soñado. Esa California que es el paraíso soñado de tantos.

Tom Joad y Madre son los protagonistas indiscutibles de esta historia, pero no están solos, está el abuelo y la abuela, Padre, el tío John, Noah y Al, Rose of Sharon, embarazada de su primer hijo, y Connie, y los pequeños de la familia: Ruthie y Winfield. Y Jim Casy, el predicador que ya no es predicador. Los acompañaremos en ese camión desvencijado donde llevan todo lo que tienen, todo lo que queda después de vender lo que no es imprescindible, miles de kilómetros para cruzar el país, campamentos para pasar la noche, tantos otros que tienen el mismo sueño, la misma necesidad. Miles de kilómetros que nos permitirán conocer sus sueños, su historia, sus inquietudes. Un tiempo lento, lento como ese discurrir por la ruta 66 que lleva al Oeste. Miles de kilómetros recorridos, noches de campamento, que nos permitirán ser uno más de esta familia en busca de un futuro.

Aquí hay una carta que escribió mi hermano el día antes de morir. Aquí un sombrero antiguo. Estas plumas… nunca llegué a usarlas. No, no hay sitio. ¿Cómo podremos vivir sin nuestras vidas? ¿Cómo sabremos que somos nosotros si no tenemos pasado? No. Déjalo. Quémalo.

Una familia honrada, una familia que tiene sus brazos, que tiene la fuerza de estar todos juntos, todos trabajando por un proyecto común, una vida sencilla que les proporcione el trabajo, una casa donde vivir, una casa al menos igual que la que han perdido, un lugar donde la familia pueda crecer, un lugar donde pueda llegar el hijo de Rose of Sharon y Connie y, sin embargo, se encuentran con un lugar bastante inhóspito a pesar de las grandes extensiones de frutales, un lugar que precisa trabajadores, un lugar donde son muchos los que precisan trabajar, un lugar donde se abren y cierran puertas rápidamente, un lugar que nos habla de adaptación, de adaptación de los que llegan, de adaptación de los que ya están. Tiempo de esperanza, de esperanza que cuesta mantener, tiempo de dificultades, nuevas soluciones a nuevos problemas. La obligación de seguir hacia adelante.

No se necesita valor para hacer una cosa, cuando es lo único que puedes hacer.

Una novela que recibió el Premio Pulitzer, una novela que influyó en la obtención del Nobel de literatura años después. Una novela que muestra una realidad amarga que nos habla de la inmigración dentro de un propio país, una realidad amarga que sigue tan de actualidad. Un libro que precisa encontrar su momento, un libro que te trastoca en lo más profundo, una novela que nos habla de valores, de valores a pesar de esa pobreza que está presente, la miseria, más importante que nunca mantener esos valores que dan sentido a una vida, un libro imprescindible.

Los ojos de todos se volvieron hacia Madre de nuevo. Ella tenía la fuerza y había tomado el control.

-El dinero que ganáramos no serviría de nada -dijo-. Lo único que tenemos de valor es la familia sin dividir. … No temo a nada mientras estemos aquí todos los que seguimos con vida, pero no pienso consentir que nos separemos.

Y una película, una gran película de John Ford con Henry Fonda y Jane Darwell, que vi unos días después. Mi recomendación: no te quedes solo con la película, con la novela es con la que conocerás a los personajes, con la novela es con la que conocerás aquella realidad, aquella realidad que seguro que supera esta ficción. Una película fantástica, pero que no puede reflejar todo lo que Steinbeck nos cuenta. Una novela que sigue en mi cabeza días después de leer su última página y que seguro que seguirá ahí mucho tiempo después.

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10 comentarios:

  1. Buen día, doña A. Hoy me has tocado la fibra sensible. Como más o menos todo quisqui (ya veo que no era tu caso), yo había visto la peli de John Ford de jovenzuelo. Por entonces ya me gustó, pero aún no era capaz de comprender toda esa angustia y desesperación concentrada.
    Como veinte años después leí -por fin- el libro, y pocas veces en mi vida una lectura me ha provocado un "CROC" en el cerebro y el corazón. Sobra decir que me enamoré de Steinbeck (del que no había leído nada) e hice por leer más cosas suyas. Aunque aún -pobre analfabeto- no he leído AL ESTE DEL EDÉN, me atrevo a recomendar su microjoya DE RATONES Y HOMBRES (en la mismísima línea -por temática y época- de LAS UVAS), así como todos sus libros de NO NOVELA; interesantísimos.
    Si alguien dijo que MOBY DICK es, más que un libro, un compendio de la naturaleza humana y del devenir del mundo, yo me atrevo a decir que LAS UVAS es algo parecido. Al menos en cuanto a nuestra naturaleza y al sistema económico por el que nos regimos.
    Una de la grandes novelas de todos los tiempos; que se dice pronto.
    Muchas gracias, niña.

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    1. Me dijiste que me gustaría y acertaste de pleno. Ha sido fantástico leerlo y a la vez he sufrido bastante con el discurrir de esta familia por la ruta 66. Una familia que sigue conmigo aunque hace ya unos días que finalicé la lectura: no siempre pasa, pero es estupendo si sucede. De él he leído también "De ratones y hombres" al ser una novela corta no me llegó a impactar tanto aunque fue la responsable de que "Las uvas..." llegaran a mí. Me apunto "Al Este del Edén", creo haber visto la película pero apenas recuerdo nada, poco más que al actor ;) Un abrazo Fran.

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  2. Ja, ja, ja... Diría que el anterior comentarista, salvo leves diferencias que enseguida aclararé, ha dicho todo lo que yo quería decir aquí. Al igual que Fran antes .mucho antes- de leer la novela vi la película, pero el libro en mi opinión le da cien vueltas siendo excelente la versión de John Ford.
    De Steinbeck he leído un montón de veces "La perla" que es una joyita. Y vi en versión teatral hace pocos años en Madrid "De ratones y hombres" y me dejó anonadado por su fuerza, su dureza y su terrible humanidad. ¡Uff, para echar de comer aparte!
    "Las uvas de la ira" y ahí sigo coincidiendo con Fran Zapa es de las obras imprescindibles de la literatura universal. En mi opinión está a la altura de "Absalom, Absalom", "Luz de agosto" o "Mientras agonizo", las tres de Faulkner.

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    1. No recuerdo haber leído "La perla", me lo apunto también. He disfrutado mucho con "Las uvas de la ira" pero este invierno quedó aparcada por un tiempo y reconozco que este verano (época en la que me gusta leer libros "gordos") he estado tentada a dejarla de nuevo en alguna ocasión. Lo he pasado mal con esta familia, y, sin embargo, ellos, eran capaces de mantener la esperanza en un mundo mejor, de seguir adelante, de adaptarse a circunstancias tan adversas, de confiar en sí mismos...
      Me atreví con la película por las buenas críticas, aunque el orden libro y posterior pelicula suele decepcionarme. La película de John Ford no me podía decepcionar pero el libro gana por goleada.
      Un abrazo Juan Carlos.

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  3. Vaya. Habéis conseguido despertar la curiosidad de alguien que solo recuerda La Perla como un precioso relato leído hace más de 20 años, y del que todavía me acuerdo, y " Las Praderas del cielo", otra novela del que no siquiera recuerdo el argumento, pero que fue suficiente para que Steinbeck me suene como alguien a quien merece la pena leer. Gracias por recordármelo,y por orientarnos al decirnos...."esto vale la pena"

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    1. Volveré a leer a este autor, "vale la pena" mucho. Una historia que debería estar superada hace mucho pero que sigue repitiéndose aunque los protagonistas a menudo sean distintos. Me ha gustado que cuente la realidad sin llegar a ser derrotista pero sin "paños calientes".
      Un abrazo José Antonio.

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  4. Como otros, vi la película y me sobrecogió. Me doy golpes en el pecho por no conocer el texto, que tanto alabáis.

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    1. Pues si la película te sobrecogió, preparaté bien si finalmente lees el texto.
      Con el texto se entienden mucho mejor las escenas que aparecen en la película, están bien escogidas, pero solo son unos retazos.
      El autor, además, incluye capítulos en los que se olvida de los personajes y habla de la época. Personalmente, yo esos capítulos los quitaría, pero es cierto que ayudan a situarnos. Son más cortos que los que narran la historia de los Joad propiamente dicha.
      Un abrazo.

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  5. Leído tras retomar un tiempo de vacío de lecturas y gracias a ti. Me ha parecido sobrecogedor, y fiel reflejo de algo universal. Hambre y migraciones que nosotros desconocemos pero que no suenan tan extrañas si escuchamos a nuestros ancianos. Algunos las vieron, otros las sintieron y otros las cuentan para quien tiene voluntad de escucharlas. Y el rechazo de las gentes allá a dónde van los migrantes es algo que nos debe hacer pensar. Y mucho.Sin duda, más que recomendable. Gracias.

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    1. Sabes que fue una lectura que me gustó mucho. Me impresionó. Sobrecoge no solo por la realidad que cuenta, si no por lo actual que puede ser hoy en día con no tantas diferencias como aparentemente permite el paso de casi un siglo. Y, por otro lado, muy apropiada para recapacitar sobre los valores que estamos perdiendo como sociedad.
      Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.

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