Rosa Regás nos cuenta en este diario personal el campamento
de verano que organiza cada julio con todos sus nietos. Una historia deliciosa
donde una abuela atípica disfruta de sus nietos durante un mes cada año, un mes
que ejerce de abuela a tiempo completo, un mes donde los hijos apenas aparecen.
Un mes acompañados por tantos otros que también forman parte de la familia. Nos
habla de temas logísticos, el número de nietos así lo requiere. Y, sobre todo,
nos habla de temas personales, recuerdos y actualidad durante esos julios que
llegan a confundirse entre ellos, tan distintos, tan parecidos. Nos habla de
temas literarios, de las diferencias entre ficción y realidad, de sus hábitos
de lectura, de escritura, de otros autores. Nos habla de esa masía catalana
donde el verano se disfruta a tiempo completo. Unos veranos que son un gran
legado para cada uno de sus nietos, esos veranos que comparten con primos y
hermanos y que los ayudan a crecer y a la vez a seguir siendo niños.
Este diario nos habla de amor, nos habla de amistad,
también de los amigos que ya no están, nos habla de la naturaleza, de la que
tan difícil es llegar a disfrutar para un niño que vive en la ciudad, que tan
fácil es en esta casa del Ampurdán, nos habla de política, la actualidad que no
puede escapar de estas líneas que se escriben en la tranquilidad de la noche
cuando todos duermen, nos habla del paso del tiempo, también de esa vejez que a
menudo da miedo.
Y mientras seguimos caminando en silencio me emociono al pensar que mi regalo de cada verano durará más que yo misma y que en la profundidad de su memoria siempre habrá un rincón en el que el encanto de estas vacaciones repetidas año tras año formará un territorio inmarcesible de amor y complicidad. Y en esa memoria yo estaré con ellos aunque entonces no me sea dado disfrutarla porque mi turno ya habrá pasado, mi turno toca ahora, en el presente, no en el futuro.¿Qué otra cosa puedo yo dejar a mis nietos?
También
de esta autora en el blog:
Hola Ana, me encanta este libro. Realza la importancia de los abuelos en la educación de los nietos y el apoyo logístico para los hijos. Lo leí hace muchos años pero, al verlo en tu blog, me han entrado ganas de leerlo de nuevo. Besos
ResponderEliminarHola Marisa. Si, es una idea fantástica la de estos veranos de todos los primos juntos en casa de la abuela. Es bueno para los hijos y es algo increíble para los nietos. Yo también he disfrutado mucho leyéndolo. Un abrazo.
EliminarEste libro me gustó muchísimo, me trajo recuerdos de mi infancia en la masía de mis abuelos, donde también nos juntábamos primos, tíos... Años muy felices.
ResponderEliminarPor cierto se hizo una serie basada en este libro, protagonizada por Rosa Mª Sardá.
Un abrazo
Si, es una bonita forma de crear buenos recuerdos de la época de la infancia. Es una bonita forma de vivirlo como abuela.
EliminarSi, de la serie recuerdo ya poco, quizás sería una oportunidad para volverla a ver. Creo que se centró más en la relación con los nietos, el libro profundiza también en la propia vida, sentimientos, pensamientos de la autora. Un abrazo.
Hola Ana!! Desconocía por completo esta novela y me has picado mucho la curiosidad por ella. Me la llevo bien anotada a mi lista de pendientes, creo que podría estar bien. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Si, ha sido una lectura muy amena. Una adquisición de la Cuesta de Moyano que he disfrutado un montón. Espero que te guste si finalmente la lees. Entremezcla anécdotas con los nietos y la propia vida de la autora que es muy intensa. Besos.
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