Le tenía muchas ganas a la
editorial gatopardo y la Teoría de las
sombras ha sido el primer libro que he leído de esta joven editorial y seguro
que serán muchos más. Una edición muy cuidada, tapa blanda en un libro que se
adapta perfectamente a las manos del lector y que llega como un fantástico
regalo.
Y me presentan a Paolo
Maurensig, un italiano que nos lleva a un hotel de Estoril en la década de los
40 del pasado siglo. Pocos escenarios pueden ser más sugerentes. El
protagonista, un ajedrecista campeón del mundo en uno de los momentos más
delicados de su vida. La historia de los días que Alexandre Alekhine pasó en el
Hotel do Parque, días tranquilos, en un hotel en temporada baja, días
rutinarios preparándose para esa partida de ajedrez que determinará si su
tiempo ya ha pasado o sigue aún siendo el mejor. Días que nos van perfilando al
personaje, personaje del que no era consciente de apenas saber nada de él hasta
que a mitad de la novela una periodista le realiza una entrevista, una
entrevista que podríamos relacionar con la prensa rosa de aquella época. Una
fantástica forma de introducir el pasado del personaje sin alterar el ritmo de
la novela. Y, curioso, darme cuenta de que me gustaba no saber casi nada de su
pasado, me gustaba conocer el día a día de este momento sin historia. ¡Qué giro
en el personaje al conocer su vida!
Y pasan las páginas y al hotel van
llegando otros huéspedes: un violinista, que será lo más cercano a un amigo que
Alekhine encontrará en aquel momento. Justo nos encontramos tras la Segunda
Guerra Mundial, cuando se celebran en Núremberg posiblemente los juicios más
famosos de la historia, un juicio cuya sombra llega a este tranquilo hotel de
Estoril. Y también llegan otros, como un empresario lisboeta, con el que se
comparte la hora de la cena, cenas que facilitarán alguna que otra indigestión.
Alexandre Alekhine, un
personaje que muchos creen conocer, alguien para el que la vida ha girado por,
para y gracias al ajedrez, ese ajedrez siempre tan presente en todas las
páginas de esta acogedora novela. Y un final que conocemos desde el principio:
La mañana del 24 de marzo de 1946, Alexandre Alekhine es hallado muerto en la habitación del hotel, en Estoril, donde se alojaba.
hola! muy interesante y con muchos detalles que le hacen muy leible y disfrutable, gracias por traerlo, lo llevamos al muro de la morada, saludosbuhos!
ResponderEliminarGracias Buho, espero que os guste tanto como a mi. Saludos.
EliminarA veces hay libros que desconocemos y, tras leerlos nos damos cuenta de que son una joya. Gracias por la info. Un beso.
ResponderEliminarSi, no sé quien me lo presentó a mi, pero lo he disfrutado mucho. Un libro que aparenta pocas estridencias pero que deja entrever tanto. Besos.
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