Retomo a Tabucchi con un libro publicado póstumamente. Autor
que en numerosas ocasiones me ha llamado desde las estanterías de la biblioteca,
pero que no siempre ha acabado entre mis lecturas.
En este caso, empezar a leer y
no poder dejarlo fue todo uno, no sé que me atrajo más, la historia
posiblemente no, aunque si pudo ser la intriga que transmitía, las ganas de
saber que había sido de Isabel. Posiblemente fue la propia escritura la que me
hizo disfrutar tanto de esta historia.
Un mandala, instrumento de
meditación budista entre otros, representado por figuras geométicas
concéntricas. Tabucchi crea un mandala buscando a Isabel, círculos que nos
hacen conocer su historia desde lo más real a lo más espiritual, desde aquellos
que la conocieron a aquellos que tienen una espiritualidad más desarrollada.
Cada vez más cerca de su propio espíritu.
Conocemos también una pequeña
parte de la historia de nuestro país vecino a través de lo que nos cuentan los
personajes que conocieron a Isabel ¿qué fue de ella? Círculos concéntricos que
nos llevan a ¿una obsesión?
No suelo leer las sinopsis hasta
que he finalizado la lectura, en este caso ha sido un buen complemento de la
misma para entender mejor como se gestó esta historia, también para conocer al
autor. Llamar sinopsis a lo que nos comenta Anagrama sobre el libro quizás no
sea lo más adecuado: va mucho más allá. Copio aquí algunos fragmentos:
Pero
encontrar a Isabel no será fácil y el narrador deberá recorrer los distintos
círculos de un mandala para llegar al centro donde acaso ella le aguarde, y
emprender un viaje, que mucho tiene de alucinación y ensueño, por el tiempo y
el espacio, conversando con los personajes que la conocieron…
…y,
como la línea del horizonte, se aleja a medida que avanza la excéntrica
investigación de ese Philip Marlowe metafísico en el que va convirtiéndose
Tadeus.
Escrito
en 1996, pero concebido mucho antes y mencionado varias veces después, este
libro acompañó a Tabucchi durante muchos años. Un crítico italiano ha sugerido
que si no se decidió a publicarlo en su momento fue porque llegó a sumergirse
en su escritura más que en ninguno de sus libros.
¿Coincidencia? Algo he dicho hace unos días acerca de Tabucchi, del que he leído casi todo. Éste no lo tenía, aunque por tus líneas parece interesante. Lo apunto.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Pues yo he leído muy poco de él, pero creo que le pondré remedio pronto. Debe estar en el ambiente, en las librerías me da que no tanto. Gracias por pasar.
Eliminar¡Hola! Me ha encantado la entrada.
ResponderEliminarMe gustaría que te pases por mi blog para ver qué te parece y si te gusta, quédate por favor.
http://buscandotelibro.blogspot.com.ar/
http://pensamientosenelahora.blogspot.com.ar/
Un abrazo y muchísimas gracias.
Hola, muchas gracias por pasarte por mi blog. Saludos.
Eliminarhola! encantadora reseña. gracias! la tendre en cuenta. que maravilla! beso.
ResponderEliminarHola Buho Evanescente, muchas gracias por venir. Un abrazo.
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