Cartas entre una amante de los libros en Nueva York y un
librero de Londres a lo largo de más de 20 años. No me hizo falta saber nada
más para querer leer este libro.
Al libro llegué por una entrada
del blog de No solo leo
sobre la película inspirada en este libro, antes de haber terminado de leer
esta entrada y la del propio
libro ya había decidido que lo leería.
El libro comienza con una carta
de Helene a una librería de Londres solicitando información sobre libros que
quiere conseguir y sobre la posibilidad de que se los envíen. Estamos en los
años que siguieron al final de la 2ª Guerra Mundial.
Las primeras cartas están más
relacionadas con temas comerciales entre un librero de libros de segunda mano y
una amante de los libros que no se puede permitir comprarlos nuevos. A lo largo
del tiempo la relación se va haciendo más cercana, gracias también a la
particular forma de Helene de relacionarse con este desconocido que se
encuentra a tantos kilómetros. Consigue que las peticiones y envíos que podrían
haber sido una simple transacción comercial se conviertan en una gran amistad.
Libro a libro Helene va conociendo también mucho más del mundo británico y de
sus habitantes. Y la relación se amplía, llega no solo al librero sino a todos
los trabajadores de esa maravillosa librería, incluso a sus familiares y
vecinos.
La excéntrica Helene, aún con su particular
modo de escribir cartas, una lectora voraz y una escritora irreverente,
consigue llegar al corazón de los que reciben esta correspondencia. Y consigue
también que formen parte de su familia, una familia a la que quiere ayudar ya
que le llegan noticias de la difícil situación por la que pasa el Inglaterra en
esos años. Ella no es que se encuentre en una situación acomodada, apenas puede
permitirse pagar un apartamento ruinoso y los libros con los que tanto
disfruta, pero si que está en situación que le permite con un pequeño esfuerzo
económico por su parte, y algo de imaginación, conseguir ayudar en gran medida a
otros.
Años de relación en los que
siempre está presente la idea de visitar Londres y esa maravillosa librería.
Deseo que tendrá que posponerse en numerosas ocasiones pero que vivirá también
a través de alguno de sus conocidos.
Una historia real, que hoy sería
la de la compra de libros por Internet, que lleva unido al placer de recibir
los libros que tanto deseas, el poder compartirlo con la persona que los
consigue para ti y una gran amistad.