Primer libro de
2018 del club de lectura Escuela de Mandarines.
Un libro, con grandes dosis de autobiografía, que nos narra historia reciente
de España homenaje a un profesor de filosofía que quería alumnos que supieran
ser críticos. Uno de ellos, del que sacó, al menos, al escritor que llevaba
dentro, nos cuenta la historia de Antonio Aramayona, este profesor que hizo que
su época de instituto fuera algo distinta a la esperada en un barrio periférico
de una gran ciudad. Este profesor con el que mantuvo una amistad. Un profesor
activista y mediático que se suicidó en 2016 anunciándolo a sus conocidos con
bastante antelación.
La vida se vuelve insoportable si no se pone en forma de novela.
Cuando alguien se
ha ido, es difícil no recordar los momentos más significativos que compartiste
con esa persona y, como resultado, en Sergio, surge esta novela que bordea la
definición del género, un libro que nos trae retazos de ese Sergio, ya
escritor, ya periodista, pero sobre todo de esa época de un Sergio adolescente siendo
forastero, con su familia, en un barrio de una ciudad industrial. Para los que somos
de una generación cercana a la suya, es fácil que lleguen a la memoria recuerdos
de esa época de instituto. De instituto de la enseñanza pública, como los que
defiende Antonio Aramayona. Una época de inseguridades, de amistad, de primeros
amores, de referentes musicales, de pipas con sal.
Un libro donde creemos
encontrarnos con un protagonista indiscutible, ese profesor de filosofía personaje,
pero que es solo un espejismo, una excusa para llevar a nuestras manos la época
en la que formó ese escritor, sus recuerdos de unos pocos años que tanto
influyen. Alternando pasado y presenta leemos sobre esta Historia reciente, la
de los 90, apenas contada todavía, donde se entremezclan los propios recuerdos.
Qué agridulce la nostalgia... A mí es un ejercicio que cada vez me cuesta más. Admiro a aquellos que son capaces de asumir el pasado en paz y ponerlo en forma de novela.
ResponderEliminarPor cierto, no sabía que estabas en la lectura conjunta de "Reino de fieras", ya comentaremos. ;)
Besos.
Si, ha sido una lectura curiosa, demasiado personal quizás. ¡Hay tantos lugares comunes en esa época! Como en todas, pero de esta todavía he leído poco.
Eliminar¡Mañana visita al zoo! :) Comentaremos. Un abrazo.
No sé si me llama o no. La nostalgia es algo con lo que me llevo mal, siempre acabo llorando. Casi que paso de esta novela.
ResponderEliminarYo diría que el libro no es nostálgico. Sin embargo, si que habla del pasado y mucho, quizás una forma de sacar fuera asignaturas pendientes del autor. Yo al leerlo no he podido evitar recordar las épocas de las que habla, lejanas y tan cercanas a la vez.
EliminarEste libro es absolutamente espectacular. Lo leí cuando lo publicaron y me dejó totalmente impactada. Veo que tus lecturas son parecidas a las mías, así que me quedo por aquí. Besos desde www.lecturapolis.com
ResponderEliminarBienvenida Marisa, un placer tenerte por aquí.
EliminarEl contar la realidad hace que la historia sea más llamativa, al menos en este caso. Se disfruta de forma distinta. Un abrazo.