sábado, 29 de agosto de 2020

La librería ambulante – Christopher Morley


Llevaba un tiempo en mi lista de pendientes, la recomendación de una amiga hizo que se convirtiera en una de mis lecturas de este verano. La librería ambulante es una historia entrañable que nos lleva a soñar. Enlaza un mundo donde el viaje y los libros son los protagonistas. El viaje que nos permite abrir nuestra mente a nuevos conocimientos, a otras formas de vida alejados de nuestras cuatro paredes, el viaje como una forma de conocer a otros. Y los libros siempre presentes, los libros y las historias que nos cuentan, como con ellos también viajamos, como nos llevan, y como nos traen lo que otros tienen que contarnos, como nos ayudarán en nuestro día, en nuestro trabajo, en nuestro ocio.

Roger Mifflin, un librero ambulante, quiere vender su negocio, ahora tiene tanto que contar de todos sus kilómetros recorridos en su carromato librería que desea volver a Brooklyn donde redactará sus memorias. Y llega a la granja McGill buscando a un famoso autor del que ha vendido tantos libros. Piensa, por sus escritos, que sería la persona ideal a la que vender su negocio, que sería el ideal para continuar con su legado. El es un librero que conoce el libro que necesita cada uno, un librero que es bienvenido allá donde va. A quien encuentra al llegar, sin embargo, es a Helen McGill, hermana del famoso autor. La que cada vez tiene más que hacer en la granja donde ambos viven desde que su hermano se dedica a la literatura. Y en unos pocos minutos decide que será ella la que compre el carromato y salga a los caminos a llevar la literatura tantos rincones de la América principios del siglo pasado. Y solo para evitar que lo haga su hermano.

Así empieza la historia de este libro con el que he disfrutado viajando en ese carromato, los libros y unos personajes a los que un viaje tranquilo les permite disfrutar de cada momento, dedicar a cada conversación el tiempo que precisa, llegar a conocer a los demás para lo que se necesita compartir tiempo. Tiempo que no falta en esta novela. Y aventuras, las aventuras que siempre te da un viaje, más aún este tan particular, y siempre te dan los libros.

La vida se llena de un sabor especial cuando uno anda rodando por los caminos.

 Y la editorial nos regala esta guía de lectura.

http://www.editorialperiferica.com/guia_lectura_la_libreria_ambulante.pdf

domingo, 16 de agosto de 2020

Justicia Uniforme– Donna Leon

No hay verano sin Donna Leon, sin Guido Brunetti. Visitamos, en esta ocasión, una academia militar donde un alumno aparece muerto, aparentemente se ha suicidado, es el hijo de un famoso médico de la ciudad que tuvo que dejar la política hace un tiempo de forma polémica.

Brunetti no dará nada por sentado, será una investigación tranquila donde pocos parece que quieran profundizar pero Guido Brunetti habla con los implicados, con los padres del muchacho, con los vecinos, envía a sus policías más jóvenes a preguntar a los alumnos de esta academia, al personal que allí trabaja, personas que parecen tener leyes distintas al resto de los habitantes de Venecia.

La señorita Electra traerá a manos de Brunetti la información en los archivos oficiales, las noticias en los periódicos, lo que la ciudad conoce. Y también hay que hablar, hablar de lo que pasó, de lo que pasó entonces pero no solo en ese pasado cercano, conocer a la familia, conocer a los compañeros, a los profesores, no descartar ningún detalle, es lo que nos va a ayudar a entender a los implicados., abrir la mente a otras interpretaciones. Y, sin embargo, un final que queda abierto y que deja que la justicia de la vida actúe de forma desigual para cada protagonista, igual que ocurre en la realidad de cada día.

Y, por supuesto, disfrutar de las lecturas en la vida de la familia Brunetti y de la cocina de Paola, uno de los mayores placeres de las novelas de Donna Leon.

De la misma autora en este blog:

domingo, 2 de agosto de 2020

Diario de una abuela de verano – Rosa Regás


Rosa Regás nos cuenta en este diario personal el campamento de verano que organiza cada julio con todos sus nietos. Una historia deliciosa donde una abuela atípica disfruta de sus nietos durante un mes cada año, un mes que ejerce de abuela a tiempo completo, un mes donde los hijos apenas aparecen. Un mes acompañados por tantos otros que también forman parte de la familia. Nos habla de temas logísticos, el número de nietos así lo requiere. Y, sobre todo, nos habla de temas personales, recuerdos y actualidad durante esos julios que llegan a confundirse entre ellos, tan distintos, tan parecidos. Nos habla de temas literarios, de las diferencias entre ficción y realidad, de sus hábitos de lectura, de escritura, de otros autores. Nos habla de esa masía catalana donde el verano se disfruta a tiempo completo. Unos veranos que son un gran legado para cada uno de sus nietos, esos veranos que comparten con primos y hermanos y que los ayudan a crecer y a la vez a seguir siendo niños.
Este diario nos habla de amor, nos habla de amistad, también de los amigos que ya no están, nos habla de la naturaleza, de la que tan difícil es llegar a disfrutar para un niño que vive en la ciudad, que tan fácil es en esta casa del Ampurdán, nos habla de política, la actualidad que no puede escapar de estas líneas que se escriben en la tranquilidad de la noche cuando todos duermen, nos habla del paso del tiempo, también de esa vejez que a menudo da miedo.
Y mientras seguimos caminando en silencio me emociono al pensar que mi regalo de cada verano durará más que yo misma y que en la profundidad de su memoria siempre habrá un rincón en el que el encanto de estas vacaciones repetidas año tras año formará un territorio inmarcesible de amor y complicidad. Y en esa memoria yo estaré con ellos aunque entonces no me sea dado disfrutarla porque mi turno ya habrá pasado, mi turno toca ahora, en el presente, no en el futuro.
¿Qué otra cosa puedo yo dejar a mis nietos?

También de esta autora en el blog: