Hemos descubierto también la importancia del
traductor, más aún en poesía, dando otro sentido y musicalidad al mismo poema.
Y, para aquellos para los que la poesía sigue siendo una asignatura pendiente, que lujo encontrar a alguien que te ayude a disfrutar con ella.
VELAS
Los días del futuro están delante de nosotros
como una hilera de velas encendidas
-velas doradas, cálidas, y vivas.
Quedan atrás los días ya pasados,
una triste línea de velas apagadas;
las más cercanas aún despiden humo,
velas frías, derretidas, y dobladas.
No quiero verlas; sus formas me apenan,
y me apena recordar su luz primera.
Miro adelante mis velas encendidas.
No quiero volverme, para no verlas y temblar,
cuán rápido la línea oscura crece,
cuán rápido aumentan las velas
apagadas.
ÍTACA
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Acabas de publicar mi poema favorito. En singular, sí, porque no sé apreciar la poesía, nunca me enseñaron pero tengo el convencimiento de que algún día lo sabré hacer.
ResponderEliminarÍtaca me parece una obra... preciosa. Me inspira enormemente. Conocí este poema de Kavafis, y decidí comprarme una antología de sus poemas en una edición realmente bonita, de bolsillo, de la editorial Renacimiento. échale un vistazo porque merece la pena.
Aunque no todos los poemas me llegan de la misma manera que lo hizo ítaca, sí que descubrí un poeta que era capaz de llegarme. Quizás otros también puedan llegar a hacerlo, pero como primera incursión no estuvo nada mal ;)
La libro que te he nombrado es "El resplandor del deseo", de la editorial Renacimiento, Échale un vistazo que igual te gusta. O incluso puede que ya le tengas jaja
Un abrazo!
Maralver, muchas gracias por la recomendación. El libro que me leí era de la biblioteca y si que me quedé con ganas de más, así que es buena idea conseguir la edición que comentas. En el club de lectura estuvimos comparando varias ediciones y podía haber bastantes diferencias.
EliminarYo también tengo la esperanza de disfrutar leyendo poesía, no solo cuando oigo a algún experto. Me da mucha envidia.
Un abrazo.