domingo, 16 de marzo de 2025

Sigo aquí – Maggie O'Farrell

Vuelve Maggie O’Farrell a mis lecturas como un bonito y acertado regalo. Una autora que conocí con Hammet y que ahora llega con este libro de relatos autobiográficos donde la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. Relatos narrados con objetividad, quizás desde la tranquilidad que da poderlos contar, desde el oficio de escritora. Diecisiete relatos de títulos anatómicos, anatomía humana para exorcizar el miedo a un final prematuro.

El cuello. Un tranquilo paseo cerca de una laguna donde ver patos, un extraño, unos prismáticos, una sensación, nada concreto que pueda contarse a alguien que no estuviera allí y, sin embargo, una certeza, una confirmación.

Pulmones. Una adolescente, el mar está en calma esa noche, la atrae, salta, libertad. Una enfermedad de niña le alteró el sentido del equilibrio, la superficie puede no ser fácil de encontrar. Una carta encontrada años después en una caja recupera aquel otro momento que ahora cuenta desde la distancia.

Columna, piernas, pelvis, abdomen, cabeza.

Me solté de la mano de mi padre y eché a correr hacia mi madre y mis hermanas…

El coche era azul, con parachoques plateado y manchas de óxido.

Abdomen. El valor del contacto humano, el que llega en momentos difíciles, el que calma, esa mano recordada durante años una vez superado el parto donde madre e hijo sobreviven a una difícil intervención agravada por una enfermedad de la infancia. El contacto humano años después en tantos momentos donde la vida se complicó.

Diecisiete relatos en una estupenda edición de Libros del Asteroide, que incluye ilustraciones de distintos autores, donde alergias, eccemas, amebas, accidentes, hospitales, consultas y viajes llevan a dar gracias porque Ella sigue aquí, sigue aquí, sigue aquí.

De la misma autora en el blog:

          Hammet

domingo, 2 de marzo de 2025

Ramón J. Sender. Réquiem por un campesino español.

Una novela corta que nos muestra una realidad no tan lejana, una realidad todavía de actualidad habiendo cambiado el escenario.

El cura esperaba sentado en un sillón con la cabeza inclinada sobre la casulla de los oficios de réquiem. La sacristía olía a incienso. En un rincón había un fajo de ramitas de olivo de las que habían sobrado el Domingo de Ramos. Las hojas estaban muy secas, y parecían de metal. (…)

Iba y venía el monaguillo con su roquete blanco. La sacristía tenía dos ventanas que daban al pequeño huerto de la abadía. Llegaban del otro lado de los cristales rumores humildes.

Así empieza esta historia, la de Paco el del Molino, la que nos cuenta Mosén Millán desde sus recuerdos, aquellos en los que piensa mientras espera para comenzar esta misa de réquiem. La vida de Paco, ahora en un romance. El monaguillo, que sabía algunos trozos, los irá recitando mientras espera, mientras se asoma a ver si alguien ha llegado a la iglesia.

Paco, tan implicado desde aquel día que acompañó a Mosén Millán a dar la extremaunción.

-Se está muriendo porque no puede respirar. Y ahora nos vamos, y se queda allí solo.

Los hechos van discurriendo por la memoria de quien conocía bien a Paco, de quien conocía bien este lugar alejado de la capital, de este lugar donde se querían cambiar las cosas, donde tantas generaciones habían conocido esas tierras.

-¿Qué quieres ser tú en la vida? (…)

-(…) Quiero ser labrador, como mi padre.

Sigue la evocación, sigue la vida de Paco en sus recuerdos, Yo lo bauticé, yo le dí la unción, la vida de sus vecinos, la de aquellos que pueden cambiar las cosas, la de aquellos para los que la vida debe seguir igual.

-Monsén Millán, usted me conoce.

Un año había pasado.

Una fantástica sesión del club Alumni, de antiguos alumnos de la Universidad de Murcia, con Carmen María Pujante, dirigida por Consuelo Ruiz.

domingo, 16 de febrero de 2025

Bitna bajo el cielo de Seúl – J.M.G. Le Clézio

Con el club Escuela de Mandarines viajamos lejos: Bitna llega a la ciudad con 18 años, la situación económica familiar la obliga a vivir con una tía y a compartir habitación con una prima menor que ella. La vida familiar no es nada acogedora, pero una librería es su válvula de escape, no puede comprar, si pasar largas horas entre las páginas de novedades. Allí llega la oportunidad, gracias al señor Pak, de trabajar para Salomé: una joven enferma que no sale de casa. Bitna narra historias para Salomé, historias reales o inventadas, Salomé no lo sabe, nosotros llegaremos a saberlo y esas mismas historias las tenemos nosotros en las páginas de esta novela: Las palomas del señor Cho, Kitty en el salón de belleza de la señora Lim, el aprendiz de asesino, Nabi la cantante, los dos dragones, historias que llevan a Salomé lejos de las cuatro paredes donde discurre su vida, historias que permiten a Bitna salir de la habitación que comparte con su prima. El curso sigue adelante y Bitna no siempre tiene tiempo para visitar a Salomé, son muchas las clases recibidas e impartidas, es otra forma de conseguir recursos económicos, es la forma de seguir adelante con su formación lejos de la aldea junto al mar donde siguen sus padres. Unos 18 años que llevan a Bitna a crecer, a cuidar de si misma a la vez que narra historias que enlazan sus mundos. Cuentos que llenan las páginas de esta novela, cuentos que narran una vida real, una vida imaginada, que ayudan a Salomé en esos meses últimos de terrible enfermedad.

Con esta novela conozco a este autor francés, un prolífico autor con Nobel. Un cielo de Seúl gris en esta novela aparentemente fácil de leer.

Soy Bitna, tengo 19 años y estoy sola en esta gran ciudad que es Seúl, bajo el cielo.

domingo, 2 de febrero de 2025

Al volver la esquina – Carmen Laforet

Novela publicada póstumamente que forma parte de una trilogía junto con La insolación, publicada en 1963, que refleja la adolescencia del protagonista y Jaque Mate, obra desaparecida. Martín Soto, narrador en un tiempo indeterminado nos cuenta aquello que sucedió cuando desapareció de su vida habitual sin dejar rastro. La novela empieza con la entrada de un diario policial, que hace de prólogo, donde nos cuentan como Martín no vuelve a la pensión donde residía y tras un tiempo alguien viene a recoger sus cosas, sin más información en aquel julio de 1950. ¿Qué ha sido de su vida? ¿Qué pasó aquel 15 de abril cuando desapareció sin dejar rastro? Conoceremos todos los detalles, los detalles de una noche toledana que da inicio a días de situaciones surrealistas tras coincidir con Anita, conocida de aquella adolescencia, en esa noche toledana que dura dos noches con un día en medio. La novela discurre entre Toledo y Madrid en un tiempo indeterminado, quizás en esas semanas, meses, en los que Martín está desaparecido de su pensión, quizás en el recuerdo años después. La memoria, tan juguetona, la memoria que tan fácilmente nos lleva a confundir hechos, a revivir buenos y malos momentos. También Soledad como protagonista, una niña huérfana de madre, que tras años de vivir en el pueblo con su tía, tiene que venir a Madrid a vivir con su padre, un padre siempre sin recursos, conocido de Martín, un personaje del Madrid de la posguerra, envuelto en una capa para protegerse del frío, siempre dispuesto a contar sus infortunios. Soledad a la que “adopta” la extravagante familia de Anita, especialmente la tía Frufú que viene de París a visitar a su hermano, padre de Anita y cónsul de Nguma, ingresado por una apendicitis que el doctor Tarro diagnostica. Extravagancias, hechos inesperados, personajes difíciles de imaginar. Una novela escrita en los años 70 y revisada a lo largo de la vida de Carmen Laforet, una novela que refleja un Madrid de posguerra, un Madrid de pensiones, de penurias… y también ese otro mundo donde la falta de dinero no es tan protagonista, donde no lo fue en ningún caso en un pasado no tan lejano, una vida a la que Martín Soto, aspirante a pintor, llega tras recibir una herencia al fallecer su abuela en Alicante. Una novela de final abierto que quizás precisa de la lectura de las otras dos de la trilogía para conocer todos los detalles de esta extraña relación de Martín Soto con la familia y conocidos de Anita, con vidas estrafalarias, con vidas nada convencionales donde todo puede suceder, una novela que no deja indiferente, a veces si perplejo, donde la prosa de Carmen Laforet consigue mantenerte unido a sus páginas hasta el final.