Un libro que cuenta de forma
detallista y fabulosa las dificultades por las que pasa un niño que se escapa
de casa. Lo importante de tener a alguien que te enseñe lo que necesitas para
seguir adelante, aunque serás tú mismo el que tendrás que hacerlo tuyo. Y sobre
todo las dificultades por las que se puede pasar en condiciones extremas, en un
mundo rural, que quizás muchos viéramos como hostil, un mundo que puede estar
desapareciendo o quizás renaciendo.
Me ha parecido curioso volver a
ver a la cabra como animal que ayuda al humano en zonas desérticas, una imagen
que vi hace tiempo en una película y que no he llegado a olvidar. Lo importante
que puede llegar a ser la leche que proporciona, un animal superviviente por
naturaleza.
Durante todo el libro he deseado
que apareciera algún río, algún cauce de agua al que pudiera acceder el
protagonista. ¡Qué lujo abrir el grifo y poder disponer de toda el agua
necesaria! ¿Volveremos a valorarlo algún día?
Aún no sabía nada de lealtades ni del tiempo que pasa entre los seres y los cose con pespuntes cada vez más apretados.