domingo, 5 de enero de 2025

Sostiene Pereira – Antonio Tabucchi

 

Un eterno pendiente que llegó a mi en Urueña, desde la librería El rincón, un fin de semana ampliado dedicado a los libros, a la lectura, a la escritura gracias a Entelequia cultura. El club de lectura Alumni lo propone en diciembre para la próxima reunión, fantástica propuesta. Una lectura envolvente con un título traducido al castellano, esta vez, creo que de forma muy acertada: Sostiene Pereira. Un título que nos lleva a intuir un final que, sin embargo, sorprende. Una novela que narra lo que ocurrió en aquel tórrido agosto de 1938 a un periodista, digamos que anodino, que ha quedado relegado a una página de cultura de un periódico vespertino de reciente aparición. Un periodista en los últimos años de su carrera con un trabajo cómodo, con total libertad para publicar en esa página que cierra el diario los sábados. Una redacción propia, alejada de la del propio periódico, que le permite vivir en un mundo propio, que le permite conocer lo que ocurre gracias al camarero del lugar donde va a comer tortillas y a beber limonada. Libertad, no tan real, en una época convulsa, la de finales de los años 30 en Europa, con una guerra civil en el país vecino, con un régimen dictatorial en su propio país. Y la necesidad de tener un ayudante, un chico joven algo perdido en este siglo XX donde se puede luchar por un ideal, un chico con una tesina sobre la muerte, un chico vitalista. Pereira, amante de los escritores franceses del siglo XIX, que se cruza con este joven del que espera recibir necrológicas de autores todavía vivos. Sostiene Pereira, obeso, enfermo del corazón, que no cree en la resurrección de la carne, que habla con el retrato de su mujer muerta, con don Antonio, párroco en una iglesia cercana, y con el doctor Cardoso, que trabaja en una clínica de talasoterapia, que habla del alma, que habla de su preocupación por ese chaval enamorado de Marta ¿Adán y Eva? Sostiene Pereira que Monteiro Rossi nunca escribió ningún artículo publicable.

Curiosa la imagen de una guerra civil española en presente, sin ser protagonista.

Del mismo autor en el blog:

Para Isabel. Un mandala.

12 comentarios:

  1. Ay, Ana, quise borra mi respuesta a tu comentario porque me había salido sin mayúsculas (no sé qué le pasa al ordenador que las pone cuando quiere) y sin querer borré todo el comentario. Lo siento muchísimo.
    Respecto a tu reseña, qué libro tan estupendo. Lo leí hace muchos años, pero aún resuena en mi mente la música de su bellísima prosa. Es uno de mis pendientes de relectura. Igual con esta reseña tuya me animo a ello.
    Un beso y feliz año, en el que nos seguiremos leyendo y compartiendo lecturas.

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    1. Nada, sin problemas, pero muchas gracias por avisar, es todo un detalle. La tecnología no siempre está de nuestra parte.
      Sostiene Pereira un libro a incluir en los imprescindibles. Me encantará leer tu reseña.
      Un abrazo enorme y feliz año lector con muchas lecturas por compartir.

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  2. De tu chistera vuelves a sacar una obra desconocida, inesperada y atrayente. Gracias, Ana 😘.

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    1. Gracias a ti. Me alegro de abrir el horizonte ;) Un abrazo fuerte.

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  3. Muchas gracias por la reseña, pero no me termina de convencer.
    Un beso.

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    1. Gracias a ti por pasar y comentar. Habrá otras lecturas en las que coincidamos. Un abrazo.

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  4. Gracias.por compartir

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    1. Un placer compartir una lectura fantástica. Gracias por pasar.

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  5. Lo leí hace mucho y me encantó. La peli no la vi. Es un libro muy bien escrito de esos que te hacen disfrutar y pensar, identificarte sobre tido para mirar tu vida, ...Muy bueno

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    1. He disfrutado muchísimo leyéndolo. Portugal y sus autores tiene algo especial. Hay que volver. Un abrazo fuerte.

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  6. Me encantó este libro. Es una de esas joyas que, bajo la apariencia de una prosa sencilla, esconden una lección de humanidad y un análisis político que debería hacernos reflexionar. Al fin y al cabo, los portugueses son esos vecinos maravillosos que acabaron con su dictadura mientras aquí esperábamos a que el dictador muriese en la cama. Pereira es uno de esos personajes inolvidables.

    Vi la película en su tiempo (1995), con un Marcello Mastroiani crepuscular, que falleció un año más tarde. No me gustó demasiado, pero hace pocos años la volví a ver y creo que es mejor de lo que me pareció en su tiempo. Desde luego, Mastroiani lo borda.

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    1. Efectivamente un libro aparentemente sencillo que tiene mucho fondo. Retrata muy bien una época, una dictadura. Ese tórrido agosto donde aparentemente no pasa nada... Creo que una segunda lectura y/o un visionado de la película mostrará más detalles que han podido pasar desapercibidos. Fantástico Pereira. Un abrazo.

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