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los otros significan algo tan bello como el conocimiento, el consejo, la
sabiduría, la inteligencia, el poder y el temor. Por mi parte yo he creado mi
propia menorá con las cajas que hallé: curiosidad, intriga, búsqueda de la
verdad, fe, amor, libertad y el brazo central: homenaje.
La autora, nacida en Barcelona, y
educada en un colegio católico, se entera de los orígenes judíos de su familia
una vez que muere su madre, al encontrar siete cajas con cartas, documentos, pasaportes,
etc. El contenido de estas cajas le lleva a reconstruir la historia de sus padres, alemanes que se
asentaron en España, y de sus abuelos, tíos y toda la familia, a los que no
conocía, ni siquiera por lo contado habitualmente en cualquier familia sobre el
resto de los miembros. Sobrevivir al dolor, sobrevivir a la locura de un
sinsentido.
Aunque se nos habla de los
campos de concentración, lo más interesante es conocer la burocracia de
aquellos momentos y lo fácil que un decreto puede hacer que tus derechos se
esfumen. Lo poco o mucho que hacían otros países ante esta masacre y, sobre
todo, los sentimientos, las incertidumbres, la confianza, que se muestra en las
cartas que escribían entre todos los familiares, dispersos por distintos países
y continentes. Como se fue fraguando el desenlace más conocido, como fue
cambiando radicalmente la vida para los judíos alemanes, ciudadanos como
cualquier otro hasta un momento determinado y como fue desapareciendo todo, los
que pensaban que aquello tendría que ser
temporal y que volvería a ser como antes en cualquier momento, aquellos que no
emigraron cuando todavía era posible, aquellos que no renunciaron a su vida
para empezar otra en otro lugar, aquellos que se quedaron sin bienes
materiales, pero sobre todo, sin libertad, sin dignidad, que les quitaron hasta
su cualidad de personas. Un sinsentido que creemos que es imposible que se
repita, aunque no sería tan difícil, que posiblemente se haya repetido más
veces de las que pensamos con otro aspecto, con aspecto no tan diferente.
Y una curiosidad, llama la
atención lo bien que funciona el correo, casi siempre, aún en situaciones tan
conflictivas, con censura y con problemas miles.
Y una guerra civil española que
queda en segundo plano. Protagonistas que la vivieron en primera persona, aunque
tal eran los problemas que tenían los familiares que todavía seguían en
Alemania, que parece que fue algo de poca importancia o algo sobre lo que la
autora no ha querido profundizar.
Y de la historia de los judíos
en el siglo XX en el blog:
La última vuelta del Scaife, de Mercedes Pinto Maldonado.
Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro.
No lo conocía pero me ha cautivado tu reseña, me lo llevo apuntado. Un beso! :)
ResponderEliminarMuchas gracias Chema. Es una buena lectura, ya nos contarás si finalmente la lees. Ojalá fuera ficción. Un abrazo.
EliminarVaya novelón. Me lo voy a llevar yo también. Un beso.
ResponderEliminarUna buena lectura. En este libro se ve aún más cercano, parece más real. Y si te gusta conocer historias a través de cartas...Besos.
EliminarNo lo conocía, pero la temática y las historia familiares me llaman mucho... me lo apunto.
ResponderEliminarUn beso
Espero que te guste, yo he disfrutado mucho con él. Lo descubrí a través de un programa de radio y fue un acierto. Saludos.
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