jueves, 13 de agosto de 2015

Las siete cajas – Dory Sontheimer

… los otros significan algo tan bello como el conocimiento, el consejo, la sabiduría, la inteligencia, el poder y el temor. Por mi parte yo he creado mi propia menorá con las cajas que hallé: curiosidad, intriga, búsqueda de la verdad, fe, amor, libertad y el brazo central: homenaje.


La autora, nacida en Barcelona, y educada en un colegio católico, se entera de los orígenes judíos de su familia una vez que muere su madre, al encontrar siete cajas con cartas, documentos, pasaportes, etc. El contenido de estas cajas le lleva a reconstruir la historia de sus padres, alemanes que se asentaron en España, y de sus abuelos, tíos y toda la familia, a los que no conocía, ni siquiera por lo contado habitualmente en cualquier familia sobre el resto de los miembros. Sobrevivir al dolor, sobrevivir a la locura de un sinsentido.
Aunque se nos habla de los campos de concentración, lo más interesante es conocer la burocracia de aquellos momentos y lo fácil que un decreto puede hacer que tus derechos se esfumen. Lo poco o mucho que hacían otros países ante esta masacre y, sobre todo, los sentimientos, las incertidumbres, la confianza, que se muestra en las cartas que escribían entre todos los familiares, dispersos por distintos países y continentes. Como se fue fraguando el desenlace más conocido, como fue cambiando radicalmente la vida para los judíos alemanes, ciudadanos como cualquier otro hasta un momento determinado y como fue desapareciendo todo, los que pensaban que  aquello tendría que ser temporal y que volvería a ser como antes en cualquier momento, aquellos que no emigraron cuando todavía era posible, aquellos que no renunciaron a su vida para empezar otra en otro lugar, aquellos que se quedaron sin bienes materiales, pero sobre todo, sin libertad, sin dignidad, que les quitaron hasta su cualidad de personas. Un sinsentido que creemos que es imposible que se repita, aunque no sería tan difícil, que posiblemente se haya repetido más veces de las que pensamos con otro aspecto, con aspecto no tan diferente.
Y una curiosidad, llama la atención lo bien que funciona el correo, casi siempre, aún en situaciones tan conflictivas, con censura y con problemas miles.
Y una guerra civil española que queda en segundo plano. Protagonistas que la vivieron en primera persona, aunque tal eran los problemas que tenían los familiares que todavía seguían en Alemania, que parece que fue algo de poca importancia o algo sobre lo que la autora no ha querido profundizar.

Y de la historia de los judíos en el siglo XX en el blog:
La última vuelta del Scaife, de Mercedes Pinto Maldonado.

Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro.

6 comentarios:

  1. No lo conocía pero me ha cautivado tu reseña, me lo llevo apuntado. Un beso! :)

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    1. Muchas gracias Chema. Es una buena lectura, ya nos contarás si finalmente la lees. Ojalá fuera ficción. Un abrazo.

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  2. Vaya novelón. Me lo voy a llevar yo también. Un beso.

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    1. Una buena lectura. En este libro se ve aún más cercano, parece más real. Y si te gusta conocer historias a través de cartas...Besos.

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  3. No lo conocía, pero la temática y las historia familiares me llaman mucho... me lo apunto.
    Un beso

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    1. Espero que te guste, yo he disfrutado mucho con él. Lo descubrí a través de un programa de radio y fue un acierto. Saludos.

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