Hace poco escuché
una entrevista a Rosa Regás en la radio, en el programa Siluetas
de RNE y me dí cuenta de que no había leído nada de esta autora. Para
ponerle remedio, la próxima vez que pasé por la biblioteca, cogí uno de sus
libros de la estantería y me lo llevé a casa. Me gustó el título: La canción de
Dorotea, premio Planeta 2001, sorprendentemente de esto último me dí cuenta más tarde, los premio
Planeta no son mis favoritos, con alguna excepción. El libro comienza con una historia bastante
normal, que te va introduciendo en la vida de la protagonista de forma
tranquila, más o menos como es ella. Necesita que alguien cuide de la casa que
su padre tiene en el campo, a donde él ha ido a vivir hace unos años. En el
pueblo le recomiendan a Adelita, que finalmente se traslada a la casa del
guarda con su familia. Por un tiempo todo va bien, muy bien, es la empleada
perfecta, hasta que descubre el robo de una sortija, entonces todo empieza a
cambiar y a complicarse con historias cada vez más inverosímiles. Quizás esta
parte es la mejor del libro, te tiene intrigada con sospechas de por donde
puede resolverse la novela e intentando que la protagonista se comporte de
forma distinta, que reaccione, que abra los ojos. El final es lo que me dejó sorprendida, cuando esperas que todo
cuadre, da un giro inesperado, ya está casi todo resuelto y el libro está
dispuesto para un final tradicional, entonces la trama vuelve a complicarse, o
más bien la protagonista, para acabar con un giro al que no encontré el sentido. No es que piense que los libros tengan que tener el final que te esperas, la sorpresa es fantástica, pero no cualquier sorpresa. Quizás con el paso del tiempo pueda llegar a entenderlo mejor,
pero en este momento me ha dejado algo desilusionada. No es el final que se
espera. No es el libro que esperaba.
Pues me he quedado muerta, porque yo hubiera jurado que había leído algo de Rosa Regàs y he mirado... y pues no :S Pero la verdad es que, si me voy a estrenar, mejor no será con este libro, después de ver que no te ha hecho ilusión. Si es que los premios Planeta...
ResponderEliminarGracias y un saludo!
Si, yo sigo insistiendo con los Planeta, luego me arrepiento, pero alguna excepción ha habido. Con ellos descubrí a Muñoz Molina, que me encanta, por allá por principio de los 90. Eso si, fue como a la mitad de su Jinete Polaco, menos mal que no me suelo dejar libros a medio. Un abrazo.
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