Lorenzo Silva, El
blog del Inquisidor.
Siempre que he leído
algo de Lorenzo Silva me ha gustado, o al menos así lo recuerdo. Hacía mucho
tiempo que no leía ninguno de sus libros y el año pasado cayó en mis manos su
premio Planeta y hace poco, en la biblioteca pasé por la S y allí estaba: “El
blog del inquisidor”, un libro del que nunca había oído hablar. Ya en casa, me
costó un poco empezarlo, había otros que se adelantaron en la lista, pero
finalmente le llegó su oportunidad. Al principio no me pareció que fuera de los
que enganchan, incluso pensé que me costaría leérmelo, pero poco a poco cambió
mi impresión sobre él. Me ha gustado mucho.
Combina las nuevas tecnologías con
historia de la época de la inquisición. El libro comienza con algunas entradas
de un blog sobre la inquisición, pero que no continúa. Una lectora se siente
muy intrigada al respecto y quiere averiguar más sobre el autor y sobre el
fondo de la historia. Finalmente, aunque con dificultades, quizás por la forma
de ser del autor del blog, mantienen una ciber-relación que es el grueso de la
historia que nos cuenta Silva. En el libro leemos las transcripciones de sus
conversaciones por chat a la vez que vamos adentrándonos en el conocimiento
sobre la inquisición española, aunque más específicamente sobre momentos
puntuales de la misma, incluso tenemos transcripciones de los juicios en
documentos de aquella época. Lo nuevo, lo antiguo muy bien enlazado.
También tenemos en el libro las
historias personales de los 2 protagonistas, cada una contada de forma
distinta: la de ella, claramente y sin rodeos, la de él intentando no contarla
realmente, aunque dando a entender bastante a través de la historia de otros.
Para mi es una de las partes que más me ha llamado la atención.
El final, aunque está bien, es quizás
demasiado rápido para mi gusto, aunque es una forma muy apropiada de acabar la
historia y desde luego, no es la forma que te esperas.
Hay una parte, pequeña, que se
desarrolla en Berlín. No la conozco y apenas he visto películas que se
desarrollen allí, quizás por eso me ha recordado a una que vi este verano de
Billy Wilder: Uno, dos, tres. El
argumento no está relacionado, pero así son las asociaciones que realizamos
inconscientemente.
Totalmente recomendable.
Y algunas frases o párrafos para recordar:
Podríamos discutir
qué sentido tiene contar una historia: mal mirado no es más que gastar o perder
el tiempo, limitado, que podemos destinar a vivir. Pero el hecho es que las
contamos, y dejamos que nos las cuenten, una y otra vez; y ya que este acto
parece resultarnos ineludible, debemos encontrar la manera de hacerlo
provechoso. Como consumidores de historias, escoger aquellas que nos
enriquezcan, por estimulantes, por emocionantes, por iluminadoras. Como
narradores, contar aquellas que podamos enriquecer, y con las que podamos
enriquecer a los demás y a nosotros mismos.
…aquello que
advirtiera hace siglos Ovidio, y que Cervantes cita en el prólogo a la primera
del Quijote: en tanto repartas dicha, contarás muchos amigos; cuando el
horizonte se nuble, estarás solo.
La tarea de volver a
ponerse en pie es siempre solitaria.
…la mujer es la casa,
y es bueno tener una casa.
En
realidad, El blog del Inquisidor es dos novelas en una. La primera
novela recrea una historia real del siglo XVII, el proceso de la Inquisición
contra las monjas benedictinas del convento de la Encarnación o de San Plácido,
en Madrid, pero no al modo de la novela histórica convencional (y menos al de
ese remedo del género que ha proliferado en los últimos tiempos). La segunda
novela está protagonizada por dos personajes contemporáneos (un hombre y una
mujer), que se encuentran en el espacio virtual y empiezan a conversar a
propósito de la historia de aquellas monjas, pero que al final acaban hablando
de ellos mismos: de sus secretos, sus culpas, sus miedos, sus fortalezas. La
figura de Teresa Valle de la Cerda, la joven priora de San Plácido (que después
de ser condenada por el Santo Oficio en primera instancia logró que la
absolviera el Consejo Supremo tras presentar un extenso alegato, conservado en
la Biblioteca Nacional), se convierte para ambos interlocutores virtuales en un
símbolo del espíritu de lucha y de la capacidad de resurgimiento de los seres
humanos, aunque cada uno de ellos la ve y la entiende a su peculiar manera.
Más de 20 años llevaba la historia de
Teresa Valle en mi cabeza, desde que supe de su caso y de la excepcional
defensa que había hecho de su inocencia ante el más temido tribunal de su
tiempo. Finalmente encontré el modo de contarla olvidándome de las viejas
estructuras lineales y sirviéndome de los esquemas narrativos y de los soportes
de comunicación interpersonal surgidos en la red: blogs, chats, correo
electrónico, etcétera. Todo ello convierte a El blog del Inquisidor en
una suerte de novela epistolar del siglo XXI. Un diálogo entre un hombre y una
mujer que viven separados por miles de kilómetros, que pertenecen a culturas
distintas y que ni siquiera se conocen, y de ambos con los fantasmas de una
historia acaecida cuatro siglos atrás. Todas esas lejanías quedan abolidas en
ese no-lugar y no-tiempo de la Red, para mostrar que a despecho de kilómetros y
siglos, estamos hechos del mismo barro.
Me lo apunto!!! He leído dos libros del autor y me gustaron bastante.
ResponderEliminarUn beso!
Lorenzo Silva es un valor seguro. Yo este libro no lo había oído antes, pero ¿qué mejor libro para comenzar un blog sobre libros que un libro sobre un blog?
EliminarEspero que te guste. Ya me contarás.
Un abrazo.